La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) aplazó un partido por la cuarta división de la liga doméstica, que sería disputado este domingo, después de que 17 jugadores de uno de los equipos fueran hospitalizados por una supuesta intoxicación alimentaria, informaron fuentes deportivas.
Un total de 17 jugadores del club Río Branco FC de Acre tuvieron que ser ingresados en un hospital de la localidad de Bragança, en el interior del amazónico estado de Pará, tras sentirse indispuestos luego de cenar, según explicó el conjunto en un comunicado.
El Río Branco FC debería medirse este domingo con el Bragantino de Pará, pero ante los hechos, solicitó el aplazamiento del encuentro a la CBF, que acató el pedido y canceló el compromiso.
«Atestados fueron remitidos a la CBF, que decidió por el aplazamiento. El partido fue reprogramado para mañana (lunes) a las 13.00 hora local (18.00 GMT)», informó el club.
Señaló además que los jugadores volverán a someterse a pruebas clínicas este domingo a fin de que «un nuevo parecer médico indique si habrá o no condiciones de los futbolistas para el partido» de este lunes.
Entre los jugadores que fueron hospitalizados figura el portero Bruno Fernandes, excapitán del Flamengo y quien fue condenado a más de 20 años de prisión por el asesinato de su exnovia en 2010.
Fernandes, de 35 años y que cumple actualmente su pena en régimen semiabierto, llegó a finales de julio al Río Branco FC.
Desde que fue autorizado por la Justicia al beneficio del semiabierto en 2019, el portero viene intentando reintegrarse al fútbol profesional, pero se ha enfrentado a la resistencia de hinchas, patrocinadores y sectores de la sociedad civil.
Fuente: EFE