El último reporte de las autoridades informan que a 262 aumentó el número de personas fallecidas, 262 heridos y los casos de mayor gravedad (68) han sido traslados a centros médicos de Neiva, Popayán y Bogotá.
Además 90 personas continúan desparecidas entre ellas varios niños.
El reporte asegura que “a través del Instituto de Medicina Legal y la Fiscalía se iniciará hoy la entrega de los cuerpos ya identificados a los familiares para que puedan ser enterrados de manera digna. Estos servicios funerarios serán cubiertos por el Gobierno Nacional de acuerdo a la orden presidencial.”
Pero la cifra puede aumentar, advirtieron los Organismos de Emergencia que ya activaron nuevamente los operativos de búsqueda y rescate en esa región.
Sobre la medianoche del viernes Marta Ceballos, una vendedora ambulante de 44 años, fue testigo del caos desatado en la ciudad:
“Dios bendito, no quisiera ni recordar eso. Ver cómo los unos gritaban, los unos lloraban, corrían, en carro, en moto, y cómo el lodo los iba envolviendo. Fue demasiado, demasiado duro”, contó.
“Todo se perdió, lo único que no perdí fue a mi marido y a mis hijas, mis nietos, afortunadamente”, agregó esta mujer, víctima además de desplazamiento forzado por el conflicto armado.
César Urueña, director de Socorro de la Cruz Roja Colombiana, explicó que unas 500 familias han sido afectadas, 17 barrios están devastados y 25 viviendas se encuentran completamente destruidas.
Paisaje desolador
El paisaje en Mocoa es desolador, con gente escarbando los escombros para encontrar los cuerpos de sus seres queridos, militares cargando en brazos a niños y en camillas a lesionados, calles repletas de barro, piedras y ramas por doquier, casas y vehículos destrozados.
Sobrevuelo de la zona más afectada por el desbordamiento de los ríos Mulato y Mocoa
“No hay energía. No tenemos agua. Nada”, aseguró Rocío Hernández, mientras con su beba en brazos subía el sábado una colina para refugiarse a pasar la noche en un albergue.
Esta joven madre soltera debió salir corriendo en medio de la noche bajo lluvia y el miedo de que una avalancha se repita aún la persigue.
En la región se han presentado “lluvias ligeras o lloviznas“, con paulatina tendencia a bajar su intensidad. “Se estima un descenso de las precipitaciones para el lunes y martes de la próxima semana”, indicó el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam), citado por la Presidencia.
Sin luz ni agua
Mocoa, de unos 40.000 habitantes, seguía sin energía eléctrica ni agua corriente, servicios que el gobierno intentaba restablecer lo antes posible y cuya falta mitigaba con toneladas de equipos llevados a la zona.
«No hay agua ni electricidad en Mocoa, la mañana está nublada»: Reporta @JavierJules
El presidente Juan Manuel Santos, quien ha encabezado desde la madrugada del sábado los esfuerzos de rescate y ayuda, es esperado nuevamente este domingo junto a ministros y altos funcionarios “para seguir atendiendo” el desastre, informó la Presidencia.
En su cuenta en Twitter, el mandatario dijo que se avanzaba en el restablecimiento de vías, y dio cuenta del apoyo humanitario desplegado en la selvática y remota zona, donde al menos dos puentes quedaron destruidos, según el Ejército.
Aeronaves de @FuerzaAereaCol incrementan las misiones de apoyo al Putumayo. Prioridad: traslado de heridos y socorristas #MocoaSomosTodos
Con @elsanoguerabaq @CristoBustos @g1arce vamos a liderar y agilizar restablecimiento de servicio de agua, energía y vías #MocoaSomosTodos
Hoy viajo nuevamente a Mocoa para garantizar máxima atención en menor tiempo posible y responder
También agradeció la solidaridad de sus vecinos Perú, Ecuador y Venezuela, y los mensajes de respaldo de Brasil, España, Francia, Alemania, la Unión Europea y la ONU.
Impacto del calentamiento global
La fatídica avalancha supera al último gran desastre natural de Colombia, cuando un deslave en Salgar (Antioquia) dejó 92 muertos en mayo de 2015.
La “naturaleza y la magnitud del evento, la catástrofe, la tragedia, es tremenda”, dijo Martín Santiago, jefe de ONU para Colombia.
Y destacó cómo lo ocurrido en Mocoa muestra que el cambio climático está generando eventos más extremos. “Vemos los resultados tremendos desde el punto de vista de la intensidad, la frecuencia y la magnitud de estos efectos naturales”, señaló.
La ola invernal en Sudamérica no solo ha golpeado a Colombia
Perú viene soportando desde principios de año lluvias y avalanchas que por ahora dejan 101 muertos y más de un millón de damnificados.
Y en Ecuador, se han registrado 21 muertes desde enero, con 9.409 familias afectadas.
Con AFP