El más reciente estudio catastral del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) reveló que las 4,4 millones de hectáreas y los 19 municipios del departamento del Casanare ahora tienen un valor de $5,5 billones.
Con esta cifra, este departamento de la Orinoquia colombiana superó en un 3,2% al avalúo registrado en el año 2016, cuando fue de aproximadamente $5,3 billones, informó el director Territorial Casanare Niyer Lozano Vallejo.
El 59,3% del nuevo valor catastral pertenece a las zonas urbanas ($3,2 billones), mientras que el 40,6% restante es aportado por los territorios rurales ($2,2 billones).
Según Lozano Vallejo, este departamento cuenta con el segundo avalúo más alto en la Orinoquia.
“De los $28,3 billones de avalúo de los cuatro departamentos de la región, Casanare aportó el 19,5%. Por su parte, Meta fue el líder con más del 70%”, señaló el funcionario.
Los cinco municipios que más se destacaron por sus valores catastrales fueron Yopal ($2,4 billones), Aguazul ($978 mil millones), Tauramena ($692 mil millones), Maní ($400 mil millones) y Paz de Ariporo ($202 mil millones).
Por su parte, Recetor ($4,1 mil millones), La Salina ($4,6 mil millones) y Sácama ($7,2 mil millones), registraron los avalúos más bajos.
Casanare logró consolidar 6.057 predios nuevos, alcanzando así un total de 163 mil.
En cuanto al área construida, el departamento llegó a 10,4 millones de metros cuadrados, de los cuales 18 mil son recientes.
Solo dos municipios actualizados
De los 19 municipios del departamento, 17 tienen desactualizado su catastro rural y urbano; es decir que el 89,4% de su territorio no realiza este ejercicio en los últimos cinco años.
Los municipios desactualizados son Chámeza, Hato Corozal, La Salina, Maní, Monterrey, Nunchía, Orocué, Paz de Ariporo, Pore, Recetor, Sabanalarga, Sácama, San Luis de Palenque, Támara, Trinidad, Villanueva y Yopal.
Según el Director Territorial del IGAC, este es uno de los pocos departamentos del país en los cuales su propia capital está desactualizada. “Yopal no actualiza su catastro rural y urbano desde hace 7 años”.
Los casos más críticos en el departamento son Recetor, con 14 años de desactualización urbana, y Trinidad y Villanueva, con 15 y 14 años en lo rural respectivamente.
Solo dos municipios han hecho la tarea: Aguazul y Tauramena, territorios que actualizaron sus zonas urbanas y rurales en 2015.