Los análisis realizados por el IDEAM, con base en los informes emitidos por agencias meteorológicas internacionales como la NOAA, el IRI (Instituto Internacional de Investigación sobre el Clima y la Sociedad de Estados Unidos) y el CIIFEN (Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño, del cual hace parte el IDEAM); sugieren que El Niño, se mantendrá en el rango de intensidad Fuerte, entre diciembre de 2015 y marzo de 2016, seguido de un debilitamiento que podría extenderse hasta el segundo trimestre del próximo año.
Ante la actual condición de fortalecimiento de El Niño desde el mes de noviembre y teniendo en cuenta la continuidad de las condiciones cálidas para los meses de diciembre, enero y febrero; los impactos regionales y locales asociados a este fenómeno, serán diversos y de diferente magnitud. Además, la temporada de menos lluvias en el país, coincidirá con el fenómeno en su fase de máxima intensidad, lo que indica una temporada seca más acentuada de lo normal.
Durante el mes de diciembre se espera déficit de las precipitaciones en las regiones Caribe, Andina y Norte de la Pacífica, lo que quiere decir que los volúmenes de lluvia se presentarán reducidos en un porcentaje significativo. En las regiones de la Orinoquia, Amazonia y sur de la Pacífica, estos volúmenes estarán dentro de los promedios normales para la época, o inclusive, un poco por encima de los normal.
Por otro lado, a medida que se intensifica el Fenómeno El Niño en el país y se combina con la temporada de menos lluvias y el aumento de la temperatura, aumenta la probabilidad de incendios de la cobertura vegetal, especialmente en las regiones Andina y Caribe.
El IDEAM recomienda a la comunidad en general, al Sistema Nacional Ambiental, al Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, a las autoridades nacionales, regionales y locales y a los sectores productivos, no bajar la guardia y mantener activas las acciones preventivas para reducir los impactos asociados a la influencia del fenómeno El Niño y a la temporada de menos lluvias del país, como podrían ser aumentos significativos de la temperatura, incendios en la cobertura vegetal y disminución en los niveles de los ríos, entre otros.