Con aporte de la administración departamental se puso fin al «dolor de cabeza» en que se había convertido el proyecto para mejorar las instalaciones de este centro de salud, situación presentada por el incumplimiento del contratista que había dejado abandonada la obra, generando que no se contara con un lugar adecuado para que el personal médico atendiera a los pacientes que lo requerían.
Después de un largo trámite jurídico, adelantado por la Alcaldía Municipal y la Administración Departamental, se logró desenredar el proyecto, declarando el incumplimiento y adjudicándose a un nuevo contratista, que asumió la responsabilidad de adelantar los trabajos faltantes para entregar en poco tiempo la infraestructura al servicio de los ciudadanos. Cerca de seis meses después de reiniciar las obras se cumple este objetivo.
Se destinaron más de 600 millones de pesos para la culminación de las obras. En el centro de salud ya se prestan los servicios de hospitalización, odontología, laboratorio y consulta externa; a través de un proyecto por $2.000 millones presentado al Ministerio de Salud en temporada de pandemia, se aseguró parte de dotación de este y otros centros de atención médica.
El mandatario departamental anunció que se trabaja en un proyecto que permita llevar nueva dotación a centros de salud de diferentes municipios.
Así mismo se anunció el avance en los procesos para la entrega del hospital de Támara y Monterrey, en la viabilidad para los municipios de Trinidad y Maní, al igual que en los trámites correspondientes para lograr la construcción de tres hospitales de segundo nivel en Villanueva, Aguazul y Paz de Ariporo.