“El ideal sería que las mujeres se dedicaran a la crianza de los hijos” “Es bueno que hagan comentarios y que apoyen desde la casa. La mujer metida en el Gobierno, a la gente no le gusta”, son algunas de las frases del candidato presidencial Rodolfo Hernández, que han causado polémica en redes sociales y que han aprovechado sus contendores políticos para cuestionarlo sobre su perspectiva de las mujeres.
Por cuenta de estas declaraciones, algunas activistas de redes han calificado al ingeniero Hernández como machista y misógino. Estas críticas han aumentado en redes en estos momentos en los que la carrera por la Presidencia de la República está al rojo vivo de cara a la segunda vuelta, dado que según la encuesta de Yanhaas el 42% de las personas votaría por Gustavo Petro y el 41% respondió que Rodolfo Hernández.
Las declaraciones de Hernández ha generado que los contendores de Hernández cuestionen a las mujeres que votarán por él. No obstante, el ingeniero ha considerado que sacan sus declaraciones de contexto, ya que él se refería al papel de la primera dama.
“Ella no fue a la que eligieron, al que eligieron fue al marido. Entonces, si hay algo que me tenga que decir, Socorro, mi esposa, ella me lo va a decir en la casa (…) No debe estar allá metida con carro, con chofer, asesores, gastándole plata a la ciudadanía. No estamos pa’ eso”, señaló.
¿Qué le dice a los que le dicen misógino?
Rodolfo Hernández aseguró que él es «cero» machista y misógino, además desestimó que él quiera que las mujeres permanezcan en cas ay en la cocina. En ese sentido, dijo, «les quiero decir no paren bolas a esto, miren lo que hice en la Alcaldía, de tres cargos directivos dos eran mujeres, eso era lo que hicimos, contundente, hecho real».
Aseguró que escogió a mujeres para esos cargos porque son «más reservadas, más trabajadoras, más concentradas, con más reservas morales, más eficientes y eficaces».
Sobre sus declaraciones, consideró que lo «sacaron de contexto, ese no es Petro, son esos vergajos que tiene al lado, que le dicen ‘dígale allá para desvirtuar su opinión'».
Finalmente, recordó que cuando fue alcalde de Bucaramanga su esposa no iba a la Alcaldía: «Nunca fue a la Alcaldía. Fue a conocer el despacho durante 10 minutos y nunca más fue. Lo que ella me tenía que aportar me lo comentaba en la casa y eso funcionó muy bien».