Si el mundo no aborda la grave crisis alimentaria provocada por Rusia, el récord de 100 millones de desplazados podría seguir sumando «un gran número de personas», advirtió el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.
«Lo que se hace para abordar la crisis de inseguridad alimentaria (…) es de crucial importancia para evitar que haya más personas desplazadas», declaró Filippo Grandi en una rueda de prensa.
La guerra de Rusia en Ucrania está privando al mundo de cereales y fertilizantes, haciendo subir los precios y amenazando con el hambre a millones de personas en todo el mundo.
La cuestión ocupa la reunión ministerial de la OMC, en Ginebra, así como el Consejo de Derechos Humanos y las más altas instancias de la ONU.
A finales de 2021, había 89,3 millones de refugiados y desplazados internos en el mundo, más del doble que hace diez años, incluyendo 53,2 millones de desplazados internos y 27,1 millones de refugiados.
Pero la invasión rusa ha hecho que entre 12 y 14 millones de ucranianos se pongan en camino para buscar refugio en otro lugar de su país o en el extranjero, una avalancha humana que en mayo elevó por primera vez a más de 100 millones el número de personas desplazadas en el mundo.
Solidaridad
«Cada año de la última década, las cifras han ido aumentando», dijo Grandi. «O la comunidad internacional se moviliza para responder a esta tragedia humana, para poner fin a los conflictos y lograr soluciones duraderas, o esta dramática tendencia continuará».
Una enorme ola de solidaridad acogió a los ucranianos en toda Europa, en contraste con el trato que suele reservarse a los refugiados de otros países devastados por la guerra, como Siria o Afganistán.
En cuanto a las ayudas financieras disponibles, el contraste es el mismo, según Grandi: llegan grandes cantidades de dinero para ayudar a los refugiados ucranianos cuando parecen faltar siempre que la ONU lo pide para crisis graves. «No podemos tener una respuesta no equitativa», como ocurrió con las vacunas contra el covid-19, dijo el Alto Comisionado
Grandi aprovechó la ocasión para reiterar su «gran preocupación» por el Cuerno de África y el Sahel, dos regiones que reúnen todo lo que obliga a la gente a huir: conflictos, inseguridad, mala gobernanza y los efectos a menudo violentos del cambio climático.
También habló de la situación de América Latina, evocando los movimientos de población «muy complejos, como los que vemos a través de América Central» y citando entre otros el caso de Costa Rica.
«¿Quién habla de los 150.000 nicaragüenses en Costa Rica? Y sin embargo es un gran problema para Costa Rica», apunta, destacando que los desplazamientos no solo son hacia Estados Unidos
«En realidad la gente también se desplaza hacia el sur, hacia Costa Rica, y es muy simbólico porque sigue existiendo, siento decirlo, la percepción de que las crisis de refugiados son solo crisis que afectan al Norte», afirma.
La invasión de Ucrania «ha supuesto un terrible golpe para la cooperación internacional», según Grandi.
Incluso si el conflicto terminara pronto «las desavenencias entre Occidente y Rusia, e incluso entre los miembros clave del Consejo de Seguridad, son tan graves que tardarán mucho tiempo en cicatrizar». Y «si no se curan, no sé cómo vamos a poder gestionar esta crisis», dice el Alto Comisionado.
Fuente: AFP – RCN Radio