Una de las entidades que también reaccionó frente al triunfo de Gustavo Petro durante la segunda vuelta presidencial de este 19 de junio, fue la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD), la cual hace parte del Sistema Integral para la Paz que nació por solicitud de las víctimas en la mesa de negociación de La Habana.
Directivas de la Unidad hicieron énfasis en los anuncios del presidente electo, Gustavo Petro, y la vicepresidenta electa, Francia Márquez, sobre cómo la paz será el eje central de su mandato, por lo que celebraron que el próximo gobierno se esté preguntando por el vacío en la sociedad que dejan miles de personas desaparecidas en razón del conflicto armado.
El comunicado adjunto al pronunciamiento señala que “la búsqueda de más de 100 mil personas que preliminarmente ha identificado la Unidad de Búsqueda debe ser una prioridad en la agenda del gobierno y del Estado en su conjunto”.
La Unidad agregó que la verdad sobre la suerte y el paradero de las personas desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto constituye un paso fundamental en la construcción de paz.
Por su parte, la directora de la Unidad de Búsqueda, Luz Marina Monzón Cifuentes, manifestó que “como una de las columnas del Sistema Integral para la Paz nos ocupamos de buscar respuestas a las preguntas que hoy se hace el gobierno electo: “¿cuánta gente no nos acompaña?”, “¿cuánta gente que desapareció por los caminos de Colombia y no se encuentra?, son decenas de miles”.
Indicó que «ese vacío en la sociedad al que se hace referencia lo han ido dejando miles de personas desaparecidas diariamente desde 1948, a quienes buscamos con sus familias, amigos, organizaciones de la sociedad civil y todas aquellas personas quienes quieren contribuir con la verdad, la reparación y sobre todo la no repetición”, puntualizó.
Finalmente, manifestaron su admiración por la forma participativa y respetuosa con la que las colombianas y colombianos acudieron a las urnas, y aseguraron mantener su compromiso con la convivencia basada en el respeto de los Derechos Humanos y el cumplimiento integral del Acuerdo de Paz de 2016, que puso en el centro a las víctimas del conflicto armado.