Este miércoles 20 de julio, Miguel Polo Polo se posesionó oficialmente como congresista para el periodo 2022-2026, luego de una larga pelea en el que se puso en entredicho su elección, dado que le habían aparecido algunos votos a Lina Martínez García, hija del exsenador condenado por parapolítica, Juan Carlos Martínez.
A pesar de esto, Polo Polo ya es congresista de la República, y en el día de su posesión ya tuvo varias polémicas. Fue chiflado al ingresar, discutió con congresistas del Pacto Histórico, e incluso ya habló del que será su primer proyecto de ley.
Durante varias entrevistas que le hicieron, Polo Polo reveló que su primer proyecto de ley será relacionado con los estudiantes que participan en actos vandálicos durante las protestas.
El nuevo representante de las comunidades Afro señaló que buscará que aquellos estudiantes que se vean inmiscuidos en protestas violentas, o actos vandálicos, pierdan sus beneficios de matrícula cero.
«Presentaré un proyecto de ley para quitarle los beneficios de ‘matrícula cero’ y ‘ser pilo paga’ a aquellos estudiantes universitarios que participen en protestas violentas«, dijo Polo Polo.
📳 “Presentaré un #proyecto de ley para quitarle los beneficios a aquellos estudiantes #universitarios que participen en #protestas violentas", Miguel #PoloPolo, Representante a la #Cámara electo por las comunidades #Afro. pic.twitter.com/FQ6Jyinf5R
— korraleja.co ® (@Korraleja) July 19, 2022
Durante el paro nacional, antes de haberse lanzado al Congreso, Polo Polo ya había mostrado su molestia con los estudiantes de universidades públicas que protestan.
«A los universitarios públicos del país les están dando el semestre gratis, gracias a matricula cero y tienen la gran cara de irse a paro. Conchudos y desagradecidos», escribió en su momento.
La polémica por el primer proyecto que presentará Polo Polo no se ha hecho esperar, dado que muchos consideran que no puede quitarle el derecho a la educación a los estudiantes que protesten.
Resta esperar la fecha en la que lo presentará y si tendrá el visto bueno de Cámara y Senado durante los debates, o si por el contrario se hundirá como sucede con la mayoría de proyectos de ley.