Roy Barreras, senador por la coalición del Pacto Histórico, asumió como presidente del Senado de la República, después de una votación en la que participaron los 108 senadores que asistieron a la instalación del nuevo Congreso. Durante la jornada, los partidos que se declararon de gobierno, apoyaron la postulación de Barreras para la presidencia de la corporación.
Barreras, quien estará en la presidencia del Congreso durante la legislatura 2022-2023, aseguró que este «es un congreso donde se respiran nuevos aires y donde por supuesto vamos a trabajar de manera eficaz, no como el anterior congreso que desafortunadamente fue muy ineficaz y muy desconectado».
El senador también se refirió a los proyectos que pretende tramitar el congreso una vez asuma el mandato el presidente electo, Gustavo Petro, dentro de los que se encuentra las reformas tributaria, a la Policía e incluso en el reglamento del mismo congreso.
«En 3 meses tramitaremos la nueva reforma tributaria porque las medidas de emergencia por la pandemia del covid-19 que permitieron subsidios a las familias colombianas más pobres se van a vencer… y a propósito del riesgo de la hambruna, cuando ya 7 millones de colombianos comen una sola vez al día es una cosa que hay que evitar…», explicó Barreras.
Agregó que también es prioridad del Gobierno nacional llevar a cabo la reforma política anticorrupción que está establecida en el acuerdo de paz, la reforma a la Policía, la proyección de un Ministerio de Seguridad y convivencia, el Ministerio de la Igualdad y la reforma rural integral.
«Junto con una iniciativa parlamentaria que estamos impulsando con el senador Iván Cepeda y la representante a la Cámara Cathy Juvinao, entre muchos otros, para modificar el reglamento del Congreso y recortar las vacaciones, trabajar el doble, sancionar el ausentismo, congelar los salarios, eso también va», indicó el presidente del Senado.
Finalmente concluyó que, «en la instalación de la primera sesión del Senado dije yo que así como tenemos que ser garantía de cambio, tenemos que ser garantía de estabilidad y garantía institucional, y eso implica conversar con quienes son capaces de convertir a Colombia en una potencia mundial agrícola (campesinos e industriales)».