Con un recibimiento digno de un astro del fútbol mundial, Luis Suárez regresó este domingo a Uruguay para unirse a las filas de Nacional, el club en el que hace 17 años inició su camino como uno de los delanteros más importantes de su generación.
El jugador de 35 años, que hasta finales de mayo integró la plantilla del Atlético de Madrid, arribó al Aeropuerto Internacional de Carrasco a las 10H56 locales, en un avión privado propiedad de su gran amigo Lionel Messi.
En sus primeras declaraciones a DirecTV, dijo estar «nervioso» y «emocionado». Y su primera referencia fue a los hinchas: «Estoy acá por ellos, gracias a ellos y a todo lo que hicieron», aseguró.
«Estoy convencido de que di el paso correcto para el club correcto y para el país correcto para prepararme para el Mundial», indicó minutos después en una entrevista para la trasmisión oficial de Nacional, aún en la terminal aérea.
Desde el aeropuerto, Suárez con su esposa e hijos partieron en caravana, saludado por miles de simpatizantes en un recorrido de unos 20 km hasta el Gran Parque Central (GPC), el estadio tricolor en el barrio La Blanqueada de Montevideo, donde será presentado oficialmente «en el marco de una verdadera celebración».
Con espectáculos musicales y acogido por exglorias del club, Suárez firmará el contrato hasta el 31 de diciembre y volverá a ponerse la camiseta del Bolso, con la que debutó como profesional cuando tenía 18 años.
«Hace un tiempo esto era impensable y ahora somos la mejor hinchada del mundo. Solo nosotros podíamos lograr esto», dijo a AFP Alba Pinazo, de 27 años, una de los cientos de hinchas que se acercaron hasta el aeropuerto.
Roberto Correa, de 62 años, quien también se acercó a ver la llegada de su ídolo, sostuvo: «Es una estrella mundial y ahora vuelve a su casa, ¿Qué otro recibimiento le podíamos dar?»
El retorno de Suárez, máximo goleador histórico de la selección uruguaya y figura del fútbol mundial en la última década, es monotema en cada rincón del país sudamericano de 3,5 millones de habitantes desde al menos diez días, cuando la posibilidad del regreso comenzó a cobrar fuerza.
Pero la exaltación tiene niveles particularmente desbordantes entre los simpatizantes tricolores, que se adjudican el inesperado pase.
«La primera hinchada del mundo en hacer fichajes», bromearon, tras la confirmación de la noticia, seguidores del Bolso en Twitter, donde apenas 20 días atrás iniciaron una masiva campaña para devolver al jugador al club, convirtiendo el hashtag #SuárezANacional en tendencia mundial.
Según la institución deportiva, la etiqueta fue replicada por más de 50 millones de cuentas en 35 países.
La inmensa oleada de afecto hizo que el Pistolero, libre desde fines de mayo, considerara seriamente la posibilidad del regreso.
Con el objetivo de llegar con continuidad al Mundial de Catar-2022 (21 noviembre-18 diciembre) y tras descartar múltiples ofertas de clubes por provenir de países en los que la familia prefería no asentarse o de equipos que no podían darle el nivel de competitividad que estaba buscando, la alternativa de Nacional comenzó a pasar de utopía a realidad.
El club uruguayo le garantiza la titularidad en al menos 16 encuentros, entre Copa Sudamericana y los campeonatos locales, durante los 100 días previos al Mundial, en un contrato corto que difícilmente otro equipo hubiera aceptado.
Asimismo, le permite estar a minutos del complejo deportivo donde concentra la selección, siempre en un ambiente cálido, con el respaldo incondicional de los hinchas y la contención de sus familiares que viven en Uruguay.
Romanticismo y marketing
Tras la confirmación de la noticia el miércoles pasado, la prensa local calificó el fichaje como el más importante en la historia del fútbol uruguayo y muchos hicieron hincapié en el romanticismo de la decisión del delantero.
A tres meses de competir en su cuarta Copa del Mundo, Suárez salta de una de las ligas más importantes del mundo a uno de los campeonatos más pobres de Sudamérica, donde por decisión propia no superará los sueldos tope del plantel principal, una ínfima parte de lo que recibía en Europa.
No obstante, trascendió que el club compartiría con el jugador las ganancias que genere su llegada, las cuales ya están asomando.
La noticia revolucionó la sede del GPC, donde en menos de 24 horas Nacional registró 5.000 nuevos socios y vendió 700 butacas para la temporada, indicó la prensa local.
Los hinchas también aguardan la salida a la venta de la camiseta con su nombre y el 9 en la espalda.
Su debut en la cancha se espera para el martes, cuando el equipo del entrenador Pablo Repetto enfrente en Montevideo al brasileño Atlético Goianense en la ida de los cuartos de final de la Copa Sudamericana-2022.