Una de las promesas más fuertes de los vaporizadores, siempre han sido la reducción de daños provocados por el cigarrillo tradicional. Sin embargo, varios gobiernos ante el creciente consumo de este producto, comenzaron a regular los cigarrillos eléctricos o vaporizadores para, de esta manera, reducir el consumo de dicho producto y con mayor gana en los menores de edad.
En casos como el de Estados Unidos, el país expidió leyes que dictan que la edad mínima para comprar cigarrillos eléctricos aumento de 18 a 21 años y que los sabores de los vaporizadores son prohibidos.
Las medidas anteriores son tomadas ya que cada vez la población que consume estos cigarrillos es más joven, en gran parte de los casos los jóvenes comienzan a consumir estos productos por sus llamativos sabores.
Por otro lado, algo similar sucede en Europa, pues la Unión Europea también considera la prohibición de vaporizadores de sabores con nicotina, es decir de venderlos serán con cero nicotina. Pues como sucede en todo el mundo las cifras de jóvenes vapeadores son alarmantes.
Además, expertos piensan que el consumo de los vaporizadores puede terminar en un consumo del cigarrillo tradicional. Esto significa que el peligro ya no solo está en el actual consumo de vaporizadores, sino en los hábitos que se pueden desarrollar en un futuro.
Si bien, se sabe que existen cigarrillos con y sin nicotina, no quiere decir que los últimos sean menos peligrosos. La preocupación es global, por eso se están tomando cada vez más restricciones frente al tema, algunas más drásticas como las del gobierno neozelandés, en donde a medida que pasa el tiempo se irá incrementando la edad mínima para fumar y así lograr una población cero tabaco.
Los efectos de los vaporizadores
Puede que el término “vapor” suene inofensivo pero la realidad es que el vapor que sale del cigarrillo eléctrico no es de agua y puede generar complicaciones en la salud. Además, de contener nicotina la cual es muy adictiva, el vaporizador tiene otras sustancias como el propilenglicol y/o glicerina vegetal, estas sustancias son usadas para generar niebla artificial en eventos.
Por otro lado, los saborizantes pueden ser tóxicos, como lo indica en la página de American Cáncer Society, algunos de estos saborizantes contienen un químico llamado Diacetilo, dicho químico se ha relacionado con enfermedades pulmonares como la bronquitis obliterante.
Por último, los vaporizadores también pueden contener compuestos orgánicos volátiles o VOC por sus siglas en inglés. Dichos compuestos en ciertos niveles pueden causar irritación en los ojos, nariz, y garganta, dolor de cabeza y náuseas, también pueden causar daños en el hígado y riñón.