Saturno es uno de los planetas más singulares en el Sistema Solar. Su principal atractivo son los numerosos anillos que hay alrededor de su órbita. No se conocen muchos detalles acerca de la formación de este planeta, aunque una nueva teoría permitiría aclarar más detalles al respecto.
La revista Science publicó una investigación en la que se revela que este planeta se habría formado a partir de una explosión lunar que tuvo lugar hace 100 millones de años. Además de cómo se formó su inclinación axial, es decir, el ángulo entre el ecuador de un planeta y el plano de su órbita.
El primero en descubrir los anillos de Saturno fue Galileo Galilei a comienzos del siglo XVII. “Son uno de los objetos más interesantes de observar en el sistema solar a través de un pequeño telescopio«, indica Jack Wisdom, autor del estudio y miembro del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT).
La investigación apunta a que hace 100 millones de años se rompió una Luna que se acercó demasiado a Saturno, la explosión hizo que sus restos se pusieran en órbita alrededor de este planeta, dando lugar a los anillos que hoy hacen parte del este.
Wisdom bautizó a la Luna como Chrysalis (Crisálida), haciendo referencia al capullo que envuelve a un insecto antes de que surja como una mariposa. Se dice que esta era más pequeña que la Luna actual del Sistema Solar.
Esto coincidiría con los datos recopilados tras la misión Cassini, la cual finalizó en 2017. En ella, se hicieron unos cálculos para medir la masa de los anillos, donde se llegó a la conclusión de que estos habrían surgido hace unos 100 millones de años.
Por otra parte, la misma investigación también establece el origen de la inclinación de Saturno usando complejos modelos matemáticos. Allí se descubrió que Titán, uno de los satélites del planeta, se aleja unos 11 centímetros por años.
Esto habría provocado que hace 1.000 millones de años la frecuencia de Saturno entrara en sincronía con la de Neptuno, haciendo que el planeta de los anillos se inclinara en un ángulo de hasta 36 grados.