Uno de los artículos que mayor discusión generó durante el trámite de la reforma tributaria en el Congreso, es el que grava con más impuestos los alimentos ultraprocesados, que para muchos afecta duramente el bolsillo de los colombianos.
Las bancadas de la coalición aprobaron los impuestos saludables advirtiendo que se trata de una medida que en el futuro le permitirá al Estado ahorrar muchos recursos para atender enfermedades que se producen por el consumo de estos productos.
Sin embargo, varios legisladores, entre ellos la representante del Partido de la U Saray Robayo, quien además fue ponente de la reforma, cuestionó esta tesis diciendo que los problemas de salud pública no se solucionan elevando los impuestos.
Según la dirigente política, el gravar la comida no cambiará los hábitos alimenticios de los hogares de menos ingresos y por el contrario eso podría generar que más personas no tengan acceso a las tres comidas diarias.
No obstante, la congresista explicó que según como quedó aprobado en el texto de la reforma en la Cámara de Representantes, dichos impuestos a los alimentos no entrarán en vigencia sino solo hasta noviembre de 2023. Sin embargo, el tema deberá ser ratificado en la conciliación del proyecto.
Aún así, desde el Congreso de la República le hizo un llamado al Gobierno para que implemente políticas públicas que mejoren los hábitos alimenticios de los colombianos.
“El Gobierno debe ofrecer alternativas saludables a los hogares de menores ingresos para complementar las medidas impositivas y no afectar la posibilidad que debe tener cada colombiano a una alimentación nutritiva y saludable”, indicó.
De otro lado, cuestionó que se le haya puesto más carga tributaria al sector minero y de hidrocarburos, ya que dicha industria aporta más del 6% del PIB colombiano, además de que se podría poner en riesgo la seguridad energética del país.