Un balance positivo arrojó la reunión de este sábado 19 de noviembre en la madrugada, entre el mandatario y la comunidad de Mi Nueva Esperanza; pues pese a que los ánimos estaban alterados en algunas personas, se logró hacer claridad sobre los inconvenientes que presentan los terrenos que se habían contemplado para la reubicación del asentamiento, y se hicieron acuerdos con los diferentes secretarios del gabinete municipal.
El primer compromiso es realizar un nuevo censo que será adelantado por el INDEV, para constatar cuáles son las familias que están viviendo realmente en el asentamiento hace varios años y en condiciones vulnerables.
Igualmente, este lunes 21 se realizará una mesa de trabajo dirigida por la Secretaría de Planeación, para exponer los detalles del estudio de suelos del terreno de la carrera quinta, que muestran que no es viable reubicar a las familias allí, pues supondría una inversión muy alta para adecuar el terreno y unas condiciones de viviendas muy onerosas, debido a que venía siendo utilizado como un relleno sanitario durante varios años.
De la misma forma se revisará la necesidad de mantenimiento del pozo profundo, para garantizar el agua como un derecho fundamental de sus habitantes.
Por otra parte, se acordó adelantar brigadas de salud, y mayor presencia institucional a través de programas del IDRY, el ICTY y programas para adultos mayores y personas con discapacidad; para garantizar un más fácil acceso de esta comunidad a la oferta institucional.