Samuel, un niño de 11 años, murió luego de que un compañero de clase le disparara en la cabeza tras haberle ganado en una partida de un videojuego.
El hecho ocurrió el domingo 15 de enero en una tienda que alquila consolas y videojuegos, cuando el menor agresor se molestó por haber perdido y sin dudarlo, mató a su compañero.
Según las primeras pesquisas, el victimario había ido a su casa muy molesto por haber perdido, sin embargo, volvió al establecimiento de juegos con una pistola de sus familiares y le apuntó a Samuel en la cabeza quitándole la vida.
Ante el hecho, el niño y su familia emprendieron la huida y están siendo buscados por las autoridades.
Este caso ha sido reprochable en Veracruz, México, pues aunque la actitud de los padres de portar armas y dejarlas sin cuidado al alcance de los niños es inaceptable, es indignante la actitud del menor al resolver con este grado de violencia la derrota en un juego.