Hace solo algunos días los primeros 2.000 pandilleros fueron trasladados a la megacárcel «más grande de América», diseñada para resguardar 40.000 criminales, anunció el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien mantiene una «guerra» contra esas agrupaciones.
La gigantesca prisión, dotada de alta tecnología para la vigilancia, fue inaugurada a principios de febrero por el propio Bukele. Construida en un valle rural en las afueras de la ciudad de Tecoluca, unos 74 km al sureste de San Salvador, el CECOT se destaca por sus rigurosos controles de ingreso.
Luego, con sus manos esposadas en la espalda, son subidos en autobuses y trasladados bajo fuertes medidas de seguridad que incluyeron sobrevuelo de varios helicópteros militares sobre el CECOT, a donde llegaron al amanecer.
El presidente Gustavo Petro lanzó dardos a la mega cárcel: «Ustedes pueden ver en redes las fotos terribles, no me puedo meter en otros países, del campo de concentración de El Salvador lleno de jóvenes, miles y miles encarcelados, que le da unos escalofríos», dijo Petro y añadió que «yo creo que hay gente que le gusta eso, indudablemente”.
Criticó también que hay gente que le gusta ver a la juventud «entre las cárceles y creen que eso es la seguridad y se disparan las popularidades, indudablemente, lo vivimos también Colombia»
Después de estas declaraciones, Bukele se refirió a las críticas del presidente Petro, asegurando que en El Salvador hablar con resultados, mientras que considera que el presidente de Colombia acude a la retórica.
«Los resultados pesan más que la retórica. Deseo que Colombia en realidad logre bajar los índices de homicidios, como lo hemos logrado los salvadoreños. Dios los bendiga», escribió Bukele.