El Cirio dentro de la liturgia de la Iglesia católica es un símbolo muy importante dentro del período denominado Tiempo pascual, sobre todo el que es encendido en el día de la Vigilia.
¿CUÁNDO SE ENCIENDE EL CIRIO PASCUAL?
El Sábado Santo en la Vigilia Pascual se enciende y se consagra una vela de cera en un fuego nuevo que se enciende en un recipiente de metal llamado brasero, que por hacerlo en esta fecha recibe el nombre de Cirio Pascual.
Es un signo de Cristo resucitado y de luz
El símbolo del cirio encendido tiene que ver con la llama que ilumina del mismo modo que Cristo es luz para nosotros.
Dicho cirio si bien no tiene diferencias físicas con los demás que se usan en la liturgia, pues está realizado de la misma forma y se utiliza la misma materia, en ese momento de la ceremonia, el cirio de Pascua adquiere un significado especial ya que pasa a representar la columna de fuego que guió a los israelitas a través del desierto y a Cristo Luz.
Como por extensión, el Cirio Pascual representa a Cristo, el sacerdote graba en dicho cirio las iniciales de Cristo diciendo:
«Cristo, ayer y hoy, Principio y Fin. A Él la gloria y el imperio…»
Por otra parte, el celebrante incrusta en el Cirio Pascual cinco granos de incienso que son útiles para hacerles recordar a los fieles la Pasión y la Gloria del Salvador, pues cada uno de esos granos nos hace recordar, como símbolo, las cinco llagas que Cristo obtuvo en la cruz.
A partir de dicho momento el Cirio Pascual ocupa un lugar de honor y con su llama preside la ceremonia de la noche de Pascua, ya que en ella se producirá el punto culmine y más importante del Tiempo pascual que es el triunfo de Jesús sobre la muerte, gracias a su Resurrección.
El Cirio se coloca en un lugar destacado del altar colocado en una columna trabajada o en un candelabro con adornos.
¿CUÁNDO SE APAGA EL CIRIO PASCUAL?
El Cirio Pascual se renueva todos los años en la ceremonia de la Vigilia Pascual del Sábado Santo y acompaña todas las celebraciones durante los cincuenta días de Pascua (siete semanas), al lado del ambón de la palabra, donde el Cirio de Pascua es encendido en todas las celebraciones litúrgicas hasta la tarde del domingo de Pentecostés.
Después de Pentecostés el Cirio Pascual se ha de guardar dignamente o se coloca junto a la fuente bautismal.
Cuando se necesita, se vuelve a colocar en el altar y se enciende durante la celebración de los bautismos durante todo el año. También puede ser utilizado en las exequias, junto al féretro, pues simboliza la resurrección.
Tomado de: https://religioncatolicaromana.blogspot.com/