“Regresé feliz” dice Barbara Rettig, encargada de los proyectos de la fundación internacional Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) para una parte de la India, a su llegada del viaje a Bengala Occidental. “Vi una Iglesia llena de alegría, esperanza, gente cantando, acompañando sus cantos con tambores en las celebraciones eucarísticas… Sentí que la fe allá es alegría. La gente va a misa. Las iglesias se llenan”, cuenta Rettig.
La India es un país multicultural que, según la tradición, recibió la fe cristiana gracias al apóstol santo Tomás, quien llegó al sur del país a mediados del siglo I d.C., desembarcando en la costa de Malabar cerca del antiguo puerto de Muzaris (Cranganore). Hoy, los cristianos constituyen alrededor del 2,3% de la población distribuidos en todo el país. Sin embargo, en algunas partes de la India hay obstáculos para la libertad religiosa. Algunos estados han aprobado leyes para regular las conversiones religiosas. «En Bengala Occidental aún no hay ley anti conversión», dice Rettig, «allí hay mayor libertad religiosa que en otras partes del país».
La Constitución de la India garantiza la libertad religiosa, el país tiene una forma propia de laicismo que trata las tradiciones religiosas por igual. Sin embargo, según el Informe de Libertad Religiosa 2021 de la fundación ACN, las leyes anti conversión se suelen aprobar a petición de los grupos nacionalistas hindúes, que temen que el carácter hindú de la India esté amenazado por el crecimiento de religiones que “compiten” con ellos. Así, en los estados donde residen minorías religiosas, las leyes se dirigen de manera desproporcionada contra ellas. Por ejemplo, los musulmanes y los cristianos se ven especialmente afectados, ya que ambas tradiciones realizan actividad misionera, añade el informe.
Sin leyes anti conversión en el estado de Bengala Occidental, la Iglesia sigue viva gracias a la atención que recibe de sus pastores: “En mi viaje, pude ver palpable el pedido de Jesús, ‘que el pastor conozca sus ovejas y las ovejas la voz de su pastor’. Lo experimente especialmente cuando iba con un obispo en el mismo auto, y el pueblo lo saludaba al pasar y el respondía el saludo sabiendo perfectamente a quién se dirigía. Fue una experiencia muy bonita” cuenta Rettig.
La cercanía de los pastores se ve también en los presbíteros, en las religiosas y en los laicos que acompañan las comunidades eclesiales de base (BECs por sus siglas en inglés). Las BECs son pequeños grupos de fieles fundamentados en la Palabra de Dios y la Eucaristía, y que prestan su servicio para el desarrollo pastoral y social de la situación de los vecinos en su barrio local. «Se reúnen para compartir su fe y reflexionar sobre la Palabra de Dios, siguiendo un método de siete pasos para meditar y compartir el Evangelio. Hay un ambiente de intensa comunión y tratan la Palabra de Dios con gran respeto. Al comienzo de una reunión, la Biblia es llevada en procesión y entronizada. La tratan con tal reverencia que quedé impresionada. La Biblia es realmente venerada», comenta Rettig.
La formación de las personas que acompañan a los fieles en esta región es prioridad para ACN, según la encargada de proyectos para la India. “Estamos apoyando la formación de líderes que puedan seguir ayudando a perseverar en la fe —dice Rettig— no solo a quienes asisten a las BECs, sino también a personas que participan de otras actividades pastorales. No los dejamos solos. Tenemos que estar agradecidos que todavía no hay leyes anti conversión en esta zona”.
ACN también apoya en Bengala Occidental la construcción y renovación de pequeñas iglesias en zonas rurales. Asimismo, colabora en la formación de catequistas, la formación de seminaristas, sacerdotes y religiosas, y proporciona ayuda de subsistencia a los sacerdotes a través de estipendios de Misa.
Información tomada de: https://www.acncolombia.org/