El delfín rosado se encuentra entre los animales en peligro de extinción, lo cual causa mucha preocupación, especialmente porque es un animal amistoso, social y curioso por naturaleza.
Es el más inteligente de todas las especies de delfines de río. También conocido como Boto, Tonina o delfín del Amazonas, debido a que vive en el río del mismo nombre, aunque también habita en las cuencas de Orinoco y la parte alta del Río Madeira en Bolivia. Es el más popular de las cinco especies de delfines que habitan en los ríos debido a su inusual color, además de ser la especie más grande.
Por esa razón es que ha causado tanta preocupación y tristeza la aparición de cientos de delfines rosados muertes en el Amazonas de Brasil. En Amazonas, un estado con 4 millones de habitantes, entre ellos un gran número de indígenas, el bajísimo nivel de los cursos de agua ha provocado la muerte de miles de peces y decenas de delfines rosados amazónicos.
Hasta el viernes 29 de septiembre, al menos 110 animales muertos fueron encontrados en el lago Tefé. Además de los delfines rosados, el conteo también incluye a los tucuxis, que son otra especie de delfín de agua dulce.
El Grupo de Investigación sobre Mamíferos Acuáticos Amazónicos del Instituto Mamirauá para el Desarrollo Sostenible señaló que aún no se ha determinado la causa de las muertes, pero se producen en medio de una grave sequía en la región que también ha provocado la muerte de peces en el lago.
Según investigadores de Mamirauá, las mediciones realizadas en el agua del lago Tefé revelaron que la temperatura alcanzaba los 40°C a tres metros de profundidad. Hasta entonces, la temperatura media histórica más alta era de 32°C.
«Es algo sin precedentes, nunca hubo una muerte de delfines como esta relacionada con la temperatura», dice Miriam Marmontel, líder de investigadores del Instituto Mamirauá para el Desarrollo Sostenible.
El último recuento poblacional de estos animales, realizado hace años, indica que en la región existen alrededor de 800 y 900 delfines y 500 tucuxis. Es decir, esto hace que el número actual de muertes sea extremadamente elevado, ya que se trata de especies que se reproducen lentamente.
Si el problema persiste, la especie puede entrar en un punto de no retorno , un umbral que, cuando se supera, hace que los cambios sean irreversibles y una especie tan especial podría desaparecer del lugar.
Fuente: Sistema Integrado Digital – RCN Radio – Camilo Andrés Jaimes Osorio