En una rueda de prensa realizada durante la conferencia matutina del Gobierno, el subsecretario de seguridad de México, Luis Rodríguez Bucio, abordó el caso de las ocho jóvenes colombianas que fueron reportadas y posteriormente encontradas en un alojamiento en la vía que conecta Villahermosa con Cárdenas, en el estado de Tabasco.
Rodríguez Bucio informó que, tras una serie de entrevistas realizadas por la Fiscalía General del Estado (FGE) de Tabasco, las mujeres negaron haber sido secuestradas o retenidas en contra de su voluntad. El funcionario federal de Seguridad Pública destacó que las declaraciones de las jóvenes fueron contundentes al respecto.
Además, el subsecretario señaló que en los medios de comunicación circuló un audio en el que una de las presuntas desaparecidas se comunicaba con un familiar, solicitándole rezar por ella y por otra de sus compañeras. En el mensaje, se mencionaba que habían sido despojadas de sus celulares debido a un conflicto entre líderes de un grupo delincuencial.
Sin embargo, Rodríguez Bucio añadió que posteriormente, a través de un video, una de las jóvenes expresó que se encontraba bajo los influjos del alcohol y en un estado emocional sensible al comunicarse con su familiar en Colombia. La joven manifestó sorpresa al enterarse de que estaban siendo buscadas por las autoridades mexicanas.
Por otro lado, el Instituto Nacional de Migración (INM) ha dado inicio al proceso de deportación de siete de las ocho jóvenes colombianas, tras descubrirse que habrían proporcionado información falsa al ingresar al país centroamericano. Las mujeres, con edades comprendidas entre los 19 y 31 años, aparentemente habrían declarado en los formularios de ingreso que se encontraban como turistas, cuando en realidad se descubrió que estaban desempeñando labores laborales.
La información proporcionada por las autoridades sugiere que las jóvenes no revelaron su verdadero propósito al ingresar a México, lo cual ha motivado el inicio del proceso de deportación por parte del INM. El hecho de que hubieran ingresado al país bajo la fachada de turistas mientras trabajaban contraviene las leyes migratorias, lo que ha llevado a tomar medidas al respecto.
Cabe destacar que una de las mujeres no será parte del proceso de deportación, ya que cuenta con un estatus de refugiada reconocido por la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, Comar. Este detalle marca una excepción en el caso, ya que el reconocimiento de refugio ofrece una protección especial a aquellas personas que huyen de situaciones de violencia o persecución en sus países de origen.
Las autoridades mexicanas continúan supervisando de cerca el caso, asegurando el cumplimiento de las leyes migratorias y evaluando cualquier otra información relevante que pueda surgir durante el proceso de deportación de estas jóvenes colombianas.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Juan Camilo Cely