Casi nueve meses duró Naín Santana, combatiendo en Ucrania en la guerra que libra con Rusia. El barranquillero de 37 años, se fue junto a tres compañeros más en busca de mejorar la calidad de vida de sus familias. Sin embargo, uno de ellos falleció.
Santana, según una persona cercana a él, prestó el servicio militar en el Inpec en la capital del Atlántico, posteriormente, trabajó en la Unidad Nacional de Protección, a la cual renunció para irse al país europeo, de donde llegó la semana anterior, contando sobre la fuerte experiencia que vivió.
«A veces no entendemos la dimensión de esa guerra. Es fuerte la experiencia, lo que se vive allá es muy fuerte. Mucho bombardeo, mueren personas inocentes, cuando Rusia ataca a las ciudades. Gente civil muere todo el tiempo».
Manifestó que todos los días fueron difíciles. «Con solo el hecho de uno tener a la familia lejos y sabiendo que, primero nosotros no hablamos ese idioma, toca ir amoldándose al sistema de ellos allá, para poder entender o establecer una conversación con ellos».
Indicó que, se encontró con personas de diversas nacionalidades, quienes fueron por la pasión que sienten al tener el uniforme, pero también para darles bienestar a sus familiares.
No obstante, aseguró que la experiencia es tan fuerte que, no aconseja que personas con «mente débil», viajen.
«Hubo muchos compañeros que vivieron cosas muy fuertes y más que la fortaleza física, es mejor serlo mentalmente».
Tras estar rodeado de ametralladoras y bombardeos, así como de sobrevuelos permanentes, expresó que la mejor salida al conflicto es llegar a una negociación.
Recientemente, el papa Francisco, lo pidió, causando indignación en Ucrania, luego de pedirle el «valor de la bandera blanca» y negociar para poner fin a la guerra con Rusia.
“Cuando ves que estás derrotado, que las cosas no van bien, tienes que tener el coraje de negociar”, dijo el pontífice durante una entrevista a un medio suizo.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Elsy Margarita Beleño Cantillo