El presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil, Alexandre de Moraes, negó un recurso presentado por la defensa del expresidente Jair Bolsonaro. La defensa había solicitado al Tribunal Supremo Federal (STF) que revisara la decisión del Tribunal Electoral que declaró a Bolsonaro inelegible para ocupar cargos públicos. La decisión de Moraes fue tomada el viernes 24 de mayo, pero publicada oficialmente el domingo 26.
Moraes justificó su negativa argumentando que el recurso no cumplía con los requisitos legales establecidos. «De esta manera, la controversia se decidió con base en las peculiaridades del caso concreto, por lo que cambiar la conclusión de la sentencia apelada presupone un cambio en el conjunto de hechos y pruebas, medida que resulta incompatible con el Recurso Extraordinario«, expresó en su resolución.
El origen de la condena de Bolsonaro y su compañero de fórmula, Walter Braga Netto, se remonta a las celebraciones del Bicentenario de la Independencia en Brasilia y Río de Janeiro. En octubre de 2023, el TSE determinó que ambos cometieron abusos políticos y económicos durante dichos eventos para promover su candidatura, resultando en su inelegibilidad por ocho años a partir de las elecciones de 2022.
Esta fue la segunda sentencia de inelegibilidad impuesta a Bolsonaro, aunque el período de ocho años se aplica una sola vez, comenzando desde la primera condena y no acumulándose con la segunda. Por lo tanto, el expresidente Jair Bolsonaro estará impedido de participar en cualquier elección hasta el año 2030.
La primera condena de Bolsonaro por el TSE también estuvo relacionada con abuso de poder político y uso indebido de medios de comunicación. Este fallo se debió a una reunión que Bolsonaro celebró con embajadores en julio de 2022 en el Palacio de Alvorada, donde criticó el sistema de voto electrónico de Brasil, cuestionando su fiabilidad y sugiriendo sin pruebas que era susceptible de fraude.
Esta serie de decisiones judiciales refleja el creciente escrutinio legal al que ha estado sometido Bolsonaro tras su presidencia, especialmente en relación con sus ataques al sistema electoral brasileño y su comportamiento durante la campaña electoral. La confirmación de su inelegibilidad subraya la determinación del TSE de mantener la integridad del proceso electoral y sancionar los abusos de poder político.
La defensa de Bolsonaro, sin embargo, sigue insistiendo en la necesidad de una revisión judicial de estas decisiones, alegando que han sido excesivamente severas y políticamente motivadas. Pero hasta ahora, los tribunales han sostenido las condenas, reafirmando su compromiso con la justicia electoral.
El impacto de estas decisiones es significativo no solo para Bolsonaro, sino también para el panorama político de Brasil. La inelegibilidad del expresidente hasta 2030 altera las dinámicas electorales futuras, eliminando a una figura polarizadora y controvertida del escenario político.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Juan Camilo Cely