En Soacha, desde donde se celebró el acto de lanzamiento del proyecto PAS (Puntos de Abastecimiento Solidario), el presidente Gustavo Petro indicó que “estamos reduciendo a dos grupos poblaciones los subsidios y estamos aumentando sus montos a 230 mil pesos, de tal manera que podamos sacar de la pobreza a una persona” y, de la misma forma, “extenderlo a dos millones de ancianos y ancianas”.
“Yo quiero que la firma de esta ley se haga en la Plaza de Bolívar el 16 de julio, aquí los espero”, manifestó el presidente Gustavo Petro Urrego al convocar a la ciudadanía a la plaza de Bolívar ese día para que sean testigos de la sanción de la Reforma Pensional.
Sé refirió, también, que al sancionarse la ley se contará con la oportunidad de corregir situaciones como las de “muchas mamás y abuelas que dedicaron su vida a levantar un hogar y esta sociedad machista no les reconoce como trabajo, ni cuenta en las estadísticas económicas y el tiempo dedicado de toda una vida a levantar unos hijos y unas hijas no contabiliza para una pensión”.
Por lo cual, dijo: “Le pido a la Corte Constitucional que no escuche los cantos de sirena de los enemigos del pueblo, que no quieren que la plata que vamos a gastar que sea en invertir en la vida de 3 millones de personas y en el derecho de todo trabajador y trabajadora, si cumple los requisitos a pensionarse, se le entregue a la gente y no verla convertida en utilidades de los banqueros”.
Citando el principio constitucional del Estado social de derecho, “ese comienza dándole dinero público a quienes tenían el derecho de pensionarse por haber trabajado toda su vida y que hoy andan por ahí en las plazas frías o calurosas vendiendo Bon Ice para poder sobrevivir”.
Enfatizó que “esa ley que acaban de aprobar es la verdadera construcción del Estado social de derecho y es a la Corte Constitucional que creo la Asamblea Constitucional de 1991 a la que le corresponde la tarea de vigilar y hacer realidad ese Estado de derecho”.
En ese sentido, consideró que “la plata de las pensiones no puede ir a la riqueza de los banqueros, debe ir a nuestra vejez pobre y a los trabajadores que cuando envejezca y salga del trabajo pueda vivir con dignidad sus últimos años”.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Sebastián Casas