Diecisiete años y más de 10.000 millones de euros después, Europa lanzará este jueves su sistema de navegación, Galileo, con el que pretende rivalizar con el GPS estadounidense.
Los primeros servicios, disponibles en todo el mundo, sólo se podrán utilizar en los pocos dispositivos equipados con microchips compatibles con Galileo.
Aunque, según la portavoz de la Comisión Europea, Mirna Talko, varios fabricantes de smartphones ya están haciendo circuitos integrados adaptados al nuevo sistema de navegación.
“Será la primera vez que los usuarios de todo el mundo podrán ser guiados por los satélite de Galileo”, dice Lucia Caudet, de la Comisión Europea, que financia el proyecto.
Un poco débil al principio, la señal será amplificada con la ayuda del sistema estadounidense GPS, y crecerá poco a poco a medida que se añadan satélites a los 18 de la red Galileo que orbitan a 23.222 kilómetros de la Tierra.
Según sus orgullosos padres, la Comisión y la Agencia Espacial Europea (ESA), Galileo debería estar plenamente operativo a partir de 2020. Entonces brindará una información de posicionamiento con una precisión sin precedentes.
“El GPS le permite a un tren saber en qué área está. Galileo le permitirá identificar en qué raíl está”, asegura Jean-Yves Le Gall, presidente de la agencia espacial francesa, uno de los 22 miembros de la ESA.
Dicha precisión también se podrá aprovechar para lograr coches sin conductor y centrales nucleares más seguras, así como mejores telecomunicaciones.
Contratiempo
Galileo, un proyecto civil, también tiene una gran importancia estratégica para Europa, que depende hasta el momento de dos sistemas controlados por militares, el GPS estadounidense y el ruso Glonass, que no garantizan un servicio ininterrumpido.
El sistema europeo es compatible con los demás, pero también es plenamente autónomo.
Será especialmente provechoso “si hay un conflicto o disputas… susceptible de llevar a Estados Unidos a limitar el GPS”, dice Geor
Por: RCN Radio y AFP