El colapso de la torre del edificio Privilegios, ocurrido este jueves, en el norte de Barranquilla dejó un saldo devastador: una mujer de 61 años perdió la vida al quedar atrapada bajo los escombros junto con sus tres nietos. Los menores fueron rescatados con vida, pero las pérdidas materiales y el impacto emocional para las 17 familias afectadas son incalculables.
Muchos de los damnificados permanecen en los alrededores del edificio, con la esperanza de recuperar sus pertenencias. “Perdimos todo. Necesitamos ayuda para sacar nuestras cosas porque todo se consigue con mucho sacrificio”, expresó uno de los afectados, quien observaba desde la distancia cómo las autoridades mantienen la zona acordonada ante el riesgo de nuevos colapsos.
Las familias afectadas han sido trasladadas a albergues temporales dispuestos por el Estado. Sin embargo, los afectados aseguran que el mayor desafío en este momento es enfrentar el impacto emocional. Líderes comunitarios han solicitado apoyo psicosocial urgente para los damnificados, quienes intentan procesar el duelo por la pérdida de sus hogares y pertenencias.
Entre las víctimas, Roberto Pert, un residente de 71 años, narró cómo se salvó al haber salido minutos antes del derrumbe. Su testimonio refleja la gravedad del suceso: “Es un milagro que esté vivo. Mi esposa está fuera del país y yo había salido temprano. Esto es algo que jamás imaginamos”.
Esta tragedia revive un colapso similar ocurrido hace 12 años en un sector cercano, donde 30 familias fueron desalojadas tras el desplome de un edificio. Hoy, antiguos damnificados piden al Gobierno garantizar que las nuevas víctimas reciban el apoyo necesario para superar esta crisis.
Mientras tanto, las autoridades evalúan las condiciones del área para evitar nuevos incidentes y esclarecer las causas del colapso, que podría estar relacionado con problemas estructurales advertidos hace años pero que no fueron atendidos oportunamente.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Evelin Adriana Barrios Flórez