El reciente llamado de Donald Trump a que Estados Unidos se haga cargo y se convierta en el dueño de Gaza tras el desplazamiento de su población palestina ha generado una ola de rechazo entre políticos y defensores de los derechos humanos, quienes califican sus declaraciones como una grave violación del derecho internacional.
Durante una conferencia de prensa junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Trump llevó su retórica a un nuevo nivel al declarar que Estados Unidos debería adquirir el territorio palestino. Su afirmación se enmarca en su insistencia en la despoblación forzada de Gaza, la cual justificó al describir el enclave como un «sitio de demolición» tras más de 15 meses de bombardeos israelíes respaldados por Washington.
«Estados Unidos se hará cargo de la Franja de Gaza y haremos un trabajo con ella también. Seremos dueños de ella», declaró Trump, mientras Netanyahu sonreía a su lado.
Las palabras del expresidente han provocado duras críticas, no solo por apoyar el desplazamiento forzado de los palestinos, sino también por proponer una adquisición territorial que, según los expertos, viola la Carta de las Naciones Unidas. La ONU define la limpieza étnica como una «política deliberada diseñada por un grupo étnico o religioso para eliminar a otro grupo por medios violentos e intimidantes».
Críticas de activistas y organizaciones
El rechazo a las declaraciones de Trump fue inmediato. Abed Ayoub, director del Comité Estadounidense-Árabe Antidiscriminación (ADC), calificó la propuesta como «aterradora» y advirtió que no debe tomarse a la ligera. «Iría en contra de todas las normas y del derecho internacional. No es algo que se permitiría que ocurriera», sostuvo en declaraciones al medio catarí Al Jazeera.
Raed Jarrar, director de Derechos Humanos de DAWN, consideró que los comentarios de Trump representan «una amenaza para la paz mundial y el orden internacional». En la misma línea, Tariq Habash, exfuncionario de la administración de Joe Biden, afirmó que la propuesta del expresidente respaldaba abiertamente la limpieza étnica.
Por su parte, Nancy Okail, presidenta del Centro de Política Internacional, declaró que los dichos de Trump recuerdan a los «capítulos más oscuros de la historia». «Es inconcebible que un presidente de Estados Unidos promueva el desplazamiento forzado de una población y la adquisición de territorio en el siglo XXI», señaló.
Rechazo de legisladores y organizaciones musulmanas
La congresista Rashida Tlaib, de origen palestino, pidió a sus colegas del Congreso que condenen las declaraciones del exmandatario. «Los palestinos no se irán a ninguna parte», escribió en redes sociales.
El Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR) también rechazó los comentarios de Trump. Su director, Nihad Awad, enfatizó que Gaza pertenece al pueblo palestino y que cualquier intento de desplazar a sus habitantes sería «un crimen contra la humanidad» que desataría un conflicto de grandes proporciones en la región.
El Instituto Árabe Americano también se sumó a las críticas, señalando que Trump había recibido en la Casa Blanca a un «criminal de guerra» para discutir genocidio y limpieza étnica.
«No es posible borrar a los palestinos», afirmó la organización en un comunicado.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Juan Camilo Cely