
La Unión Europea advirtió que aplicará aranceles de represalia sobre más de 400 productos estadounidenses si las negociaciones comerciales con Estados Unidos no arrojan resultados concretos en los próximos 90 días. El anuncio se produce en un contexto de tensión creciente, luego de que el presidente Donald Trump impusiera aranceles del 25% a las importaciones de acero, aluminio y automóviles procedentes del bloque comunitario.
La lista de bienes potencialmente afectados incluye papel higiénico, maquillaje de ojos, cigarros, tabaco y ropa de hombre y mujer, productos que, de no alcanzarse un acuerdo, enfrentarán tarifas adicionales de hasta el 25 %. Aunque las contramedidas europeas debían entrar en vigor este martes, Bruselas suspendió su aplicación hasta el 14 de julio, tras el anuncio de Washington de una moratoria de 90 días en sus propios gravámenes recíprocos, reduciendo temporalmente al 10 % los aranceles adicionales sobre bienes europeos.
“La Unión Europea ha suspendido sus contramedidas sobre los aranceles comerciales injustificados de EE.UU. para dar tiempo y espacio a las negociaciones entre la UE y EE.UU.”, declaró la Comisión Europea.
Sin embargo, la primera reunión de alto nivel entre Bruselas y Washington desde la entrada en vigor de la tregua se saldó sin avances significativos. Durante el encuentro de dos horas entre el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, y su homólogo estadounidense, Howard Lutnick, acompañado por el representante de Comercio Jamieson Greer, no se llegó a ningún compromiso claro. Bruselas reiteró su propuesta de avanzar hacia una política de “tarifas cero” en bienes industriales, incluidos los automóviles, pero se encontró con una postura ambigua del gobierno estadounidense.
“La UE está haciendo su parte. Ahora es necesario que EE.UU. defina su posición”, insistieron fuentes comunitarias.
La frustración crece en Bruselas no solo por el estancamiento diplomático, sino también por los nuevos frentes abiertos por la administración Trump, que recientemente anunció una investigación bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962 para evaluar el impacto de las importaciones de chips y productos farmacéuticos en la seguridad nacional, con miras a imponer nuevos aranceles en esos sectores estratégicos.
“La Comisión ha presentado un sólido argumento en contra de los aranceles en estos sectores que son importantes para la relación transatlántica”, afirmaron portavoces europeos. Mientras tanto, los equipos técnicos continúan preparando nuevas contramedidas adicionales “en caso de que las negociaciones no logren un resultado exitoso”.
En Bruselas también preocupa el impacto global que esta escalada comercial podría tener en una economía mundial ya frágil, una inquietud que, según fuentes, fue comunicada a Washington. A pesar de ello, el presidente Trump parece más interesado en tensar las relaciones para aplicar medidas de choque económicas, como una depreciación controlada del dólar, algo que ha generado inquietud entre los mercados, los cuales no han recibido con entusiasmo la supuesta “tregua” arancelaria.
El conflicto transatlántico podría escalar aún más si EE.UU. concreta sus amenazas. Y, como siguiente paso en su estrategia comercial, la Casa Blanca recibirá próximamente al ministro japonés de Revitalización Económica, Ryosei Akazawa, quien viajará a Washington para pedir una revisión de las medidas arancelarias impuestas a Japón.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Juan Camilo Cely