El “Barco abortista” de la ONG holandesa Women On Waves llegó a Guatemala en su primera campaña en América para reivindicar el aborto como un derecho y defender el fin de la prohibición en el país, donde el Ejército anunció que intentará impedir la misión.
La polémica y la controversia por el arribo del navío, que puede proporcionar a las mujeres abortos médicos legales gratuitos hasta con 10 semanas de embarazo en aguas internacionales, se hizo notar en las redes sociales, donde los internautas expresaron su opinión a favor y en contra, y en el Congreso, donde se discutió echar al grupo fuera del país.
La integrante de la organización Women on Waves Leticia Zenevich explicó a Efe que están desde la noche de este miércoles en el Puerto San José (Pacífico), pero que tras una denuncia interpuesta hoy por el Ejército las autoridades se encuentran registrando su yate y no les dejan entrar al país, a pesar de las múltiples llamadas de las mujeres guatemaltecas demandado sus servicios.
La defensora y abogada de derechos humanos no entiende la restricción de las autoridades guatemaltecas, pues los abortos no se practicarían en territorio local, sino después de navegar a aguas internacionales, a unas 12 millas de la costa guatemalteca.
El equipo médico del navío, que llegó de México, y los guatemaltecos que colaboran a título individual informan a la mujer y proporcionan, en el caso de quererlo, una píldora para el aborto, y en unas cuatro horas la nave está de regreso en tierra.
Los medicamentos utilizados son una combinación de dos píldoras que han estado en la lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud desde 2005, entidad que ha dicho que este método es muy seguro y eficaz.
La previsión de la ONG era estar en Guatemala cinco días brindando asesoramiento, tratamiento y cuidado a las mujeres, pero la polémica desatada les impide saber si eso se podrá cumplir.
Zenevich dijo que la posibilidad de que les impidan su labor es una “violación a la libertad de expresión” y aseguró que desde hace 15 años realizan esta iniciativa en otras partes, como Portugal, España, Finlandia, Polonia y Marruecos, salvando los escollos que se les han puesto delante: “Nada en esta campaña se hará de forma ilegal”.
Esta trabajadora defendió el derecho de la mujer al acceso a la información y reiteró que toda la campaña que se ha emprendido es “legal” y que el aborto es una cuestión de “justicia social” y de derechos humanos.
El Ejército de Guatemala indicó en un comunicado que “no permitirá que esta ONG efectúe estas actividades” y añadió que, bajo las órdenes del presidente, Jimmy Morales, las autoridades están vigilando el proceso y que presentaron una denuncia contra el personal que llegó a puerto por no informar “de sus intenciones”.
Como abogada, Zenevich señaló que en aguas internacionales no manda la ley guatemalteca sino la de la bandera del barco -en este caso austríaca-, y volvió a defender el derecho humano de las mujeres, en este caso bajo la ley de Austria.
“Todas las personas de Guatemala tienen el derecho de ir y venir. Eso es un derecho internacional (…). Está en la Constitución local”, dijo Zenevich ante la posibilidad de que el Ejército, que vigila el barco desde una lancha, prohíba la salida de algunas personas en tierra.
La abogada particular de la ONG Silvia Carolina Barillas explicó a Efe que próximamente presentarán un amparo ante la Corte de Constitucionalidad (CC) porque no están promoviendo el aborto, sino dando una opción sana a las mujeres que quieren hacerlo.
A juicio de la letrada, ellas buscan proteger el derecho a la vida de la madre, pues según sus cifras 67.000 mueren al año por abortos ilegales y el código civil guatemalteco dice que el niño es aquel que está nacido o en condiciones de ser viable, apuntó.
El defensor de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) Fernando Traberino dijo a Efe que un equipo está en el lugar para investigar la denuncia presentada por el Ejército y avanzó que un informe se enviará a la Fiscalía, probablemente este viernes.
A excepción de que la vida de la madre esté en riesgo, el aborto está prohibido por ley en Guatemala, un país religioso y conservador cuyo presidente, Jimmy Morales, se manifestó en varias ocasiones a favor de proteger “el derecho a la vida” de los niños desde su concepción.
En este contexto, se estima que cada año se producen 65.000 abortos ilegales e inseguros en Guatemala y anualmente unas 21.600 mujeres son hospitalizadas con complicaciones por los abortos ilegales, la tercera causa de muerte materna en el país.
Por EFE