Retrato de monseñor Jesús Emilio Jaramillo Monsalve // Foto: Colprensa - Cortesía Conferencia Episcopal
La guerrilla del ELN confirmó que pedirá perdón ante el sumo pontífice por la muerte de Monseñor Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, acribillado por ese grupo en octubre de 1989 y quien será beatificado el próximo 8 de septiembre en Villavicencio.
En su editorial publicado hoy, el ELN señala que “ la beatificación de monseñor Jesús Jaramillo Monsalve toca especialmente a nuestra organización. Hemos aclarado en su momento y repetido durante estas semanas, que el ELN no avaló la decisión de haber causado su muerte. Aun así, siendo que ésta fue llevada a cabo por integrantes de esta organización, nos corresponde la responsabilidad histórica de reconocer el hecho. En el marco de la visita de Su Santidad estamos dispuestos a pedir perdón por ello”.
Añade que también en los próximos días “se hará público un pedido de perdón por la participación en la violencia que viene del pasado que suscriben en nombre de la Iglesia más de mil referentes cristianos, sacerdotes y laicos de todo el país”.
Monseñor Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, fue acribillado por el ELN, el 2 de octubre de 1989, cuando se encontraba en la vereda Santa Isabel de Panamá, en el municipio de Arauquita (Arauca). Allí fue abordado por guerrilleros que lo acusaban de mantener relaciones estrechas con los militares de la región.
Así mismo, el grupo guerrillero subraya que la visita del Papa Francisco a Colombia es una oportunidad para reafirmar las esperanzas de reconciliación. “Para ello, todos los colombianos debemos asumir nuestras responsabilidades y muestro compromiso para que hechos semejantes no vuelvan a ocurrir. “Verdad toda, verdad todos” es un principio que debe guiar las esperanzas de paz y de reparación de las víctimas. Asumimos ese compromiso”.
En cuanto a la tregua con el gobierno, el ELN escribió en su cuenta de Twitter:
“¡ Sí se pudo! Agradecemos a todas y todos quienes apoyaron decididamente los esfuerzos para alcanzar este cese bilateral…”.
En su editorial, enfatizan que “la visita del Papa Francisco debía ser una motivación extra para acelerar la búsqueda de acuerdos, que tienen como principales destinatarios a las comunidades que padecen las consecuencias lamentables del conflicto” y concluyen en que una vez termine “la celebración que acompañe la presencia de Francisco en Colombia, seguiremos empeñados avanzar hacia el desescalamiento del conflicto, hasta que la paz completa sea una realidad”.
