«Queremos darle la bienvenida y agradecerle que haya venido a visitarnos», ha dicho un ortodoxo.
Miles de rumanos ortodoxos y católicos recibieron al papa Francisco a su llegada a Bucarest, donde aterrizó procedente de Roma para iniciar su visita de tres días a Rumanía. El pontífice fue recibido en el aeropuerto de la capital rumana por el presidente del país anfitrión, Klaus Iohannis.
La comitiva papal se desplazó desde allí por carretera al palacio presidencial de Cotroceni. Rumanos de la mayoría ortodoxa y de la minoría católica, peregrinos y turistas de paso por Bucarest vitorearon al papa en su trayecto por las calles de la capital.
«Queremos darle la bienvenida y agradecerle que haya venido a visitarnos», dijo a Efe Nicu Aslan, un jubilado de religión ortodoxa que esperaba a Francisco en el centro de la ciudad.
Entre quienes le esperaban a lo largo de la emblemática calle de la Victoria había también trabajadores extranjeros de países como Nepal o Vietnam y religiosos de diversas nacionalidades.
Una de ellas era la hermana Luz, una monja natural de Toledo (España) que pertenece a la orden de las Misioneras de la Caridad fundada por Santa Teresa de Calcuta y se dedica a ayudar a «los más pobres entre los pobres» en la capital rumana. «Estoy muy contenta», declaró sobre la visita la religiosa española.
«Es una manera de unir en este país a católicos y ortodoxos porque todos somos cristianos y es una manera de que la gente camine junta», explicó la hermana Luz, que seguirá los actos oficiales del papa desde una pantalla gigante en el centro de Bucarest.
Tras reunirse en una recepción con el presidente rumano en Cotroceni, Francisco tendrá un encuentro con la jerarquía de la Iglesia Ortodoxa Rumana y visitará la nueva Catedral Ortodoxa, para oficiar después una misa en la Catedral Católica de San José.
El viaje proseguirá mañana en el santuario de Sumuleu Ciuc, en el centro del país, desde donde se desplazará a la ciudad nororiental de Iasi. La última escala será la ciudad de Blaj, sede de la Iglesia greco-católica rumana, donde ofrecerá una misa el domingo y se reunirá con miembros de la minoría gitana.
EFE