La protagonista de la historia es Angie Ramírez, una joven que fue acusada por guardias de seguridad de un supermercado de la Zona G, ubicado en calle 63 con séptima en Bogotá.
Angie denunció por Twitter que el 22 de julio fue acusada de robo por un guardia de seguridad del establecimiento.
En un hilo de Twitter cuenta cómo ocurrió todo. Según dice, fue al supermercado a comprar con su prima unos polvos de la misma referencia de los que ella usa. Para verificar si eran los mismos, ella sacó los polvos que llevaba en su cartera con el fin de compararlos, acto seguido guardo sus polvos y se dirigieron a la caja para cancelar los que habían tomado del stand.
Al salir de la tienda, fueron detenidas por los guardias de seguridad y sin escucharlas, las llevaron a la bodega del lugar, allí las requisaron, las acusaron de haber robado y llamaron a la policía.
Las mujeres creyeron que por tratarse de la policía iban a aclarar que todo había sido un malentendido, sin embargo, los uniformados esposaron a Angie y la llevaron en una patrulla a un CAI. La situación se complicó para ella pues tras ser señalada de robo, la trasladaron a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Paloquemao.
Luego de un largo tiempo en una celda, la abogada del almacén se comunicó para pedir disculpas e informar que iban a retirar la denuncia contra la joven.
Aquí el trino de la situación:
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