¿Cómo murieron los apóstoles? Muerte de San Felipe Por Revista Cristiandad
El apóstol San Felipe, después de haber predicado veinte años en Escytia y sufrido muchas persecuciones y hecho numerosos milagros que convirtieron a gran cantidad de personas, convoco un día a todos los obispos y presbíteros de la región, y les dijo:
– El Señor quiere que emplee en vuestra formación los siete días que me quedan de vida.
Al cabo de estos siete días, los infieles se apoderaron de él, que ya tenía 87 años de edad, y, para que muerte se pareciese a la del Maestro cuya doctrina constantemente predicaba, lo crucificaron. Así fue como este santo apóstol salió de este mundo y entrego su alma al Señor. Sus dos hijas, ambas vírgenes y santas, fueron enterradas una a su derecha y la otra a su izquierda.
San Isidoro, en el Libro de la vida, nacimiento y muerte de los Santos, dice: «Felipe primeramente convirtió a los galos, llevando a la luz de la verdad y al apacible puerto de la fe, tanto a aquellas gentes barbarás como a las de los pueblos vecinos, sacándolas a todas ellas de las tinieblas en que se hallaban sumergidas y a punto de ser engullidas por las encrespadas aguas del error. Después termino su vida en Hierapolis, ciudad de la provincia de Frigia, muriendo apedreado y crucificado; allí descansan él y sus hijas».