Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, ha hecho un llamado a todos los líderes para que acudan con planes concretos.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha hecho un llamado a todos los líderes para que acudan a la cumbre de Nueva York con planes concretos y realistas que mejoren sus contribuciones a nivel nacional para 2020, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 45 % en los próximos diez años y a cero para 2050.
Pese a las presiones internacionales, esta cumbre del 23 de septiembre, aspira a marcar un salto en el compromiso global contra la crisis climática teniendo en cuenta que los países deben revisar su ambición climática en 2020 -tal como se solicitó en el Acuerdo de París de 2015– y que el clamor de la juventud movilizada en las calles de todo el mundo parece ya imparable.
Esta reunión debería «empujar» a los países «al unísono» en la lucha contra la crisis climática, ha afirmado por su parte Antonio Guterres, aunque consciente de que la reunión «no resolverá todo».
Estos son algunos de los puntos más relevantes de esta cumbre climática mundial:
1. ¿Quienes asistirán a Nueva York?
La cumbre reunirá a gobiernos de 60 países, además de representantes del sector privado, la sociedad civil, autoridades locales y otras organizaciones internacionales con el objetivo de pasar a la acción mundial ambiental con soluciones más ambiciosas para mejorar los planes climáticos para 2020.
2. ¿Cuales son los objetivos de la cumbre?
Aumentar las contribuciones realizadas por los países en el Acuerdo de París de 2015 en el que se plantea la descarbonización de las economías en la segunda mitad de este siglo. En concreto, se aspira a que los Estados se comprometan a alcanzar la neutralidad climática en 2050.
Para ello, se recomienda implicar a los mercados, a las entidades financieras públicas y privadas, a la sociedad civil y a las administraciones públicas, especialmente a las ciudades, en la lucha climática.
La ONU no plantea este encuentro como un espacio de negociación entre Estados, sino centrado en identificar acciones concretas por parte de los gobiernos, y solo aquellos países que presenten compromisos para aumentar su ambición climática podrán intervenir en la cumbre.
3. ¿Cómo influye la juventud en esta cumbre?
El «factor Greta» es como se conoce el impacto que ha generado el efecto de las protestas que inició en 2018 la adolescente sueca Greta Thunberg, inspiradora de una corriente de movilizaciones juveniles por el clima, que este viernes arrastró a millones de personas de todo el mundo a manifestarse, en el marco de una huelga global.
La joven activista, que se encuentra en Nueva York, exigirá a la ONU el 23 de septiembre medidas eficaces contra la crisis climática, un gesto que podría exacerbar aún más los ánimos de unos jóvenes y activistas ambientales indignados por la falta de contundencia de los gobiernos.
Coincidiendo con la cumbre, una semana de movilizaciones juveniles en paralelo ha sido convocada en más de un centenar de países y mil ciudades entre el 20 y el 27 de septiembre, en el marco de la «Global Climate Strike», impulsada por el movimiento activista juvenil Fridays For Future (FFF).
4. Vientos geopolíticos contrarios a esta cumbre
De acuerdo a los últimos datos, los jefes de estado de Estados Unidos, Brasil o Australia no prevén acudir a la cumbre, mientras que las tasas de deforestación siguen aumentando en países como Brasil, Indonesia y África.
5. El estado de los océanos, un informe clave
El panel de expertos de crisis climática o IPCC de la ONU presentará el día 25 de septiembre un nuevo documento clave sobre impactos climáticos en los océanos y la criosfera, y cuyos resultados parece que serán sombríos e impactantes, según filtraciones a la prensa.