El exjugador de la Selección Colombia es requerido por una Corte de los Estados Unidos por delitos relacionados con el narcotráfico.
Tras ser detenido por las autoridades colombianas y en medio de su reclusión en un centro penitenciario en Bogotá, el exjugador de fútbol John Viáfara habló con el diario La Patria, respecto a su presente, a cómo pasa sus días y a lo que espera respecto al proceso judicial que tiene abierto.
“Dios sabe cómo hace sus cosas, ahora soy un colombiano más, preso de su libertad por x o y motivo, por la realidad de nuestro país. Vivo el momento, aprovechando, aprendiendo de esta gente que está en peores circunstancias que la mía”, arrancó diciendo el exjugador de Once Caldas y Rionegro Águilas, entre otros, al mencionado medio.
Posteriormente, respecto a su extradición, aprobada recientemente por la Corte Suprema de Justicia, fue claro: “Lo primero que les pedí a los abogados era que me agilizaran todo para ir lo más pronto posible a solucionar el inconveniente. Acá en Colombia no tengo problemas, entonces pedí eso, agilizar. Estando aquí me di cuenta de que hay gente con año y medio esperando. La última palabra la tiene el presidente y si es necesaria mi ida allá o se aclara desde acá”.
Así que también se refirió a la forma en que se trataron los dichos de su familia, que habló con los medios mucho antes que él: “Mi familia cometió el error de salir a los medios en medio del desespero. Eso no me gustó, por eso no he salido a los medios, por el amarillismo, por todo lo que se manejó en mi caso. Me atacaron sin darse cuenta o sin haberme visto en grandes mansiones, en carros caros. Sacaron una foto con un arma de fuego cuando tenía 17 años, cuando cometí un error como adolescente. Era un arma de balín. Los medios me acusaron con esa foto y por eso no salí. Por eso no me gustó que mi familia saliera”.
Finalmente, concluyó ratificando que es inocente y envió un mensaje al Once Caldas: “Al igual que mi familia, me considero inocente. Ignoro las leyes de otros países, en este caso las de los Estados Unidos. Estoy muy tranquilo, más allá de los comentarios amarillistas; la gente que me conoce, la gente que ha estado en mi vida, nunca me ha conocido en las grandes mansiones. Hemos sido una familia humilde y trabajadora, nunca hemos tenido lujos. En la vida hay dos cosas imposibles de esconder: el dinero y una tos”.
“No tuve la oportunidad de retirarme como quería. Agradezco todo el apoyo que me dieron en mi carrera, siempre me sentí protegido, Manizales será siempre mi casa y el Palogrande será mi altar del fútbol, donde di lo mejor de mí. Para mí fue un orgullo quedar en la historia del Once Caldas y del fútbol colombiano. La historia está por más que mucha gente quiera dañarla. Mi futuro lo escribiré yo, con mucha fe, pero el pasado está escrito y muy bien. Este es un partido más, una final más que voy a ganar”, puntualizó.
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