Consumir medicamentos sin prescripción puede generar el requerimiento de tratamientos más complicados, tóxicos e intrahospitalarios.
De acuerdo con un estudio de la Universidad Manuela Beltrán, existen medicamentos de venta libre que no requieren receta médica para tratar molestias menores en las personas. Este es el caso del los antigripales, algunos analgésicos y medicamentos de uso tópico.
Estos productos sirven para atender trastornos leves de la vida cotidiana como virosis y diarreas, en los que el paciente tiene el criterio para detectar la enfermedad y es capaz de elegir medicamentos de venta libre que cuentan con información de seguridad, uso y riesgos.
Sin embargo, la automedicación es un fenómeno muy común Colombia que se ha convertido en un problema de salud pública. Así lo advierte la doctora María Dolores Pardo, docente farmacóloga de la Universidad Manuela Beltrán.
Según la profesional, con este estudio es posible concluir que las personas que tienen un mayor nivel educativo, a su vez, poseen un mayor riesgo de automedicación.
Esto ocurre porque “consideran que tiene información necesaria para automedicarse y adquieren productos que solo pueden ser vendidos con fórmula médica, pero es información incompleta y está fuera de contexto”.
El problema no solo radica en el paciente, sino en las droguerías y farmacias porque “en Colombia el control de los medicamentos de prescripción no es muy bueno, sobre todo en droguerías pequeñas donde no solicitan la fórmula médica y no la retienen para hacer la dispensación”.
¿Cuáles son los riesgos de comprar medicamentos sin prescripción médica?
Los peligros a los que se atienen los pacientes que adquieren estos productos medicinales van más allá de una intoxicación.
La doctora María Dolores asegura que con esta práctica las personas se exponen a consumir medicamentos no necesarios, que son suministrados por personal no calificado y a un costo mayor.
Además, “los gérmenes que antes se podían tratar fácilmente ahora necesitan métodos más complicados, medicamentos más tóxicos y tratamientos intrahospitalarios”.
Este es el caso de las llamadas “bombas”, ofrecidas por las droguerías de barrio para superar los síntomas de la gripa en un día.
La profesional asegura que esas tres ampollas intramusculares contienen antiinflamatorios, vitaminas y antibióticos “pero solo sirve una y se podría reemplazar por un medicamento por vía oral, en tabletas o en jarabe, con la misma eficacia y a menor costo”.
Esto también es común con los métodos anticonceptivos porque, según la doctora María Dolores, estos medicamentos son de venta bajo prescripción y es “ilegal que se les haga promoción directa”.
Además, asegura que “la efectividad de estos medicamentos depende del buen uso y si no tienen la vigilancia adecuada pueden interactuar con otros productos o con aspectos del estilo de vida (como el consumo de alcohol o cigarrillos) que disminuyen la eficacia en la anticoncepción”.
Por Natalia Romero