Dos asesores del presidente estadounidense han declarado en su contra.
Los legisladores estadounidenses regresaron a Washington tras un descanso de dos semanas y comenzaron a prepararse para la pelea por un juicio político a Donald Trump, mientras una exasistente de la Casa Blanca testificó este lunes ante el Congreso en el último giro de la investigación sobre el presidente.
En tiendas republicanas, ya en desacuerdo con Trump por su retirada de las tropas estadounidenses del norte de Siria, enfrentan las interrogantes sobre presuntos esfuerzos del presidente para presionar a su homólogo ucraniano Volodimir Zelenski con el fin de que investigara a su principal rival demócrata, el exvicepresidente Joe Biden, para dañar su imagen.
El Congreso volverá a trabajar este martes bajo lo que el senador republicano Chuck Grassley llamó la «nube del impeachment» sobre Washington.
Trump estuvo a la defensiva el lunes, con no menos de 10 mensajes en su cuenta de la red Twitter contra los demócratas y su investigación.
En uno de ellos exigió que se identificara al informante cuya denuncia sobre una conversación telefónica entre Trump y su par de Ucrania desencadenó la investigación de juicio político, y además pidió que testificara ante el Congreso.
Mientras amenazaba a la persona que expuso su posible abuso, Trump se enfrentaba a un posible revés por su principal exasesora sobre Rusia, Fiona Hill, quien estuvo sentada durante una hora a puertas cerradas ante legisladores.
Hill sirvió en el Consejo de Seguridad Nacional, pero dejó la administración poco antes de la llamada del 25 de julio de Trump a Zelenski.
Los demócratas esperan que Hill comparta su visión sobre el papel de Trump en el escándalo de Ucrania, incluida la destitución de la embajadora estadounidense en Kiev, Marie Yovanovitch, quien testificó ante el Congreso la semana pasada.
Con la investigación de juicio político en proceso, el equipo de campaña para la reelección de Trump lanzó un feroz ataque contra los investigadores.
«Los demócratas han cruzado la línea de la política partidista y han emprendido una conspiración sediciosa para derrocar al presidente elegido por el pueblo», dijo el gerente de campaña 2020 de Trump, Brad Parscale.
El propio Trump arremetió contra el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Adam Schiff, después de que el demócrata sugiriera que el denunciante podría no testificar por razones de seguridad.
Trump ha presionado repetidamente para desenmascarar al autor de la denuncia sobre su presión a Ucrania para manchar la imagen de Biden.
Los denunciantes están protegidos por la ley estadounidense y revelar su identidad es un delito.
«Adam Schiff ahora no parece querer que el denunciante testifique. ¡NO! Debe testificar para explicar por qué se equivocó sobre mi conversación en Ucrania», señaló Trump.
«Debemos determinar la identidad del denunciante para determinar POR QUÉ se le hizo esto a Estados Unidos», tuiteó.
El memorando de la Casa Blanca muestra que Trump buscó un «favor» de Zelenski. Los demócratas dicen que era el pedido de investigar a Biden y una empresa ucraniana que contrató a su hijo Hunter, bajo presión de bloquear ayuda militar a Ucrania.
«Estrategia premeditada»
Hill apareció ante los investigadores del Congreso a pesar de que la Casa Blanca declaró la semana pasada que no cooperaría con la pesquisa.
Su abogado, Lee Wolosky, sostuvo que la exasistente había «recibido una citación del Congreso» para testificar, sugiriendo que los demócratas temían que la Casa Blanca pudiera buscar un bloqueo de su testimonio a última hora, como lo hicieron con testigos anteriores.
El representante demócrata Jamie Raskin dijo que Hill podría arrojar luz sobre lo que describió como «una política exterior muy poderosa y sombría que el abogado del presidente, Rudy Giuliani, está operando desde fuera de Ucrania».
«Creo que ella tendría una visión general de toda la situación», declaró Raskin a la cadena MSNBC, y agregó que lo expuesto por varios testigos parece confirmar una «estrategia deliberada y premeditada del presidente» para condicionar unos 390 millones de dólares en asistencia militar a Ucrania.
El jueves, testificará el embajador de Estados Unidos en la Unión Europea, Gordon Sondland, quien poco antes de la llamada de Trump a Ucrania intercambió mensajes de texto con otros diplomáticos estadounidenses que expresaron su preocupación de que Trump congelara la ayuda militar si no prosperaba el intercambio.
Según el Washington Post, Sondland tiene la intención de decirle al Congreso que su mensaje de texto a un compañero diplomático que niega tal presión le fue enviado directamente por Trump.