El exsenador, condenado a 14 años de prisión, gozaba de comodidades y lujos en la cárcel de San Gil (Santander).
En las últimas horas, el exsenador Iván Moreno Rojas fue trasladado a la cárcel La Picota de Bogotá para que siga cumpliendo la condena de 14 años de prisión impuesta por la Corte Suprema de Justicia por su participación y responsabilidad en el escándalo del ‘carrusel de la contratación’.
Moreno volvió a ser noticia en la última semana luego que las autoridades carcelarias encontraran que gozaba de lujos en su celda en la cárcel de San Gil (Santander), así como de otros beneficios.
En un informe hecho por el Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec) entre mayo y junio de 2019 se detalló que en la celda de Moreno Rojas había una máquina masajeadora, una elíptica, una nevera, licuadora, un comedor con cuatro sillas, un horno microondas, cafetera, sanduchera, una tablet, un computador portátil, una hielera con su respectivo juego de copas y hasta un alicate, entre muchos otros elementos.
Moreno Rojas, quien fue sentenciado en 2014 por la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema, se habría visto beneficiado con varios permisos para que saliera de la cárcel para citas y tratamientos médicos – odontológicos. Sin embargo, estos permisos habrían sido otorgados de manera irregular, hecho por el cual se adelanta una investigación interna.
En los informes oficiales se revela que el 23 de junio de 2019, el otrora exalcalde de Bucaramanga recibió un permiso para salir de la cárcel para recibir un tratamiento de urgencia por un intenso dolor en uno de sus dientes.
La cita se llevó en efecto en la ciudad de Bucaramanga. Sin embargo, el dirigente político habría aprovechado su salida para reunirse con Mauricio Aguilar, hijo del coronel (r) Hugo Aguilar, y hoy candidato a la Gobernación de Santander.
Además. Moreno Rojas recibió un permiso para salir por 72 horas, sin embargo los motivos de su salida no son claros. El exsenador del Polo Democrático aprovechó al máximo este permiso para viajar a Bogotá.
Estos hechos irregulares obligaron a las autoridades carcelarias y penitencias a abrir una investigación con el fin de verificar el origen de los constantes permisos para que Moreno cumpliera compromisos médicos y personales, así como los trámites que se presentaron ante la Dirección Regional y General.
Moreno Rojas fue sentenciado por su responsabilidad en los delitos de de tráfico de influencias, concusión y celebración de contratos sin el cumplimiento de requisitos legales en el marco del ‘carrusel de la contratación de Bogotá’.
En el fallo se manifiesta que el entonces parlamentario hizo parte de una “empresa criminal” para solicitar millonarias comisiones a contratistas para entregarles contratos de obra vial en Bogotá.
Esto, aprovechando que su hermano Samuel Moreno –procesado actualmente por estos hechos- era el Alcalde Mayor de Bogotá y los contactos que tenía en el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU),