El programa «Pilas con el Ambiente» busca generar mayor conciencia sobre la importancia de reciclar las pilas en el país.
Cerca de 200 millones de pilas se comercializan cada año en Colombia. Se estima que de esa cantidad unas 134 millones de unidades (el 67 %) no se reciclan, según un estudio realizado por el Centro Nacional de Consultoria y la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi).
«En realidad no sabemos dónde exactamente van a parar las pilas que no son recicladas. Creemos que la mayoría van a los rellenos sanitarios de todo el país», indicó Alberto Ladino, director general de la corporación «Pilas con el Ambiente”.
Aunque en Colombia hay más de 4.300 puntos de recolección de pilas, ubicados en Iglesias, centros comerciales, conjuntos residenciales, empresas y demás, la falta de información sobre qué hacer con las pilas que ya no se utilizan sigue siendo determinante a la hora de aumentar considerablemente el reciclaje.
Sin embargo, Ladino comenta que la respuesta en los últimos años de la comunidad ha sido positiva. De acuerdo con los resultados de 2018, la institución recolectó casi 370.000 kilos de pilas, lo que evitó que llegaran 1.680 toneladas de acumuladores y/o residuos de pilas a los rellenos sanitarios.
«En lo corrido de 2019, la recolección de pilas ha alcanzado las 152 toneladas, lo que representa el 40,7% de la meta proyectada para este año, la cual es de 373 toneladas de recolección», reportó.
Explicó que al año ingresan 2.500 toneladas de pilas primarias, llamadas alcalinas -usadas para controles y demás que tienen una vida útil muy corta-y las pilas secundarias recargables utilizadas en celulares, computadores y otros artefactos.
«La mayor cantidad de pilas que se comercializan son primarias y estas ya no tienen componentes como el mercurio que en el pasado generaban una mayor contaminación en rellenos sanitarios y fuentes de agua. Ahora las pilas están hechas de materiales como zinc, manganeso, carbón y otros metales que no generan un mayor impacto», aseguró.