Esta condición puede llegar a consumir a la persona, por lo que hay que saber afrontar sus desencadenantes.
Es una realidad que la vida laboral puede generar cargas importantes de estrés en las personas. A día de hoy, esta condición está siendo más valorada pues la gente ha aprendido a abrirse más y a reflejar sus problemas en la sociedad.
Justamente, la personalidad, experiencias y otras características pueden influir en el modo de responder y sobrellevar el estrés. Sin embargo, cada persona es un universo diferente por lo que las pautas para controlar la condición dependerán del auto-control e introspección a la hora de analizar lo que puede estar generando efectos negativos, en este caso desde el ámbito laboral.
Pero, ¿qué es el estrés? Se trata de una presión o tensión emocional que se gesta por múltiples circunstancias. A nivel laboral suele ser más marcado. El rendimiento, las exigencias y hasta el uso de los dispositivos electrónicos pueden generar una sobrecarga, además de las interrupciones, pues la información que llega a la persona no se filtra y en todas las profesiones puede evocar el famoso Síndrome de Fatiga Crónica.
Sobre el manejo del estrés, «hay que tratar de hacer un balance de la vida, tanto personal como familiar; del trabajo, de sí mismo, espiritual y emocional, para poder combatir estas cargas o funciones que entrega el trabajo (…) hay que reconocerse y realizar una introspección; mirar el potencial que tenemos, si el trabajo que hacemos es el que estábamos buscando, o si me siento satisfecho con el trabajo«, dice al respecto el doctor Fernando Rivera, especialista en medicina preventiva de Mayo Clinic, con sede en Jacksonville, Florida (Estados Unidos).
Además, hay que decir que el entorno, el ambiente, el tipo de relación con el jefe y el análisis de esa situación, es determinante para medir sus efectos y hacerse la pregunta sobre si se está o no disfrutando de la profesión.
¿Cuadros críticos?
El experto indica que desafortunadamente el estrés, a pesar de ser emocional, se puede reflejar en el organismo. Se ha demostrado que puede generar, entre otros, los siguientes padecimientos:
-Hipertensión.
-Obesidad.
-Diabetes.
-Enfermedad coronaria.
-Infarto al corazón.
-Fatiga pulmonar.
«Lo ideal no sería llegar al punto crítico de la presión, la tensión, el dolor de pecho y por consiguiente el uso de fármacos (…) hay que evaluar y nivelar la fuente del estrés (…) si ya es una manifestación crítica en la que la presión arterial no baja a pesar del relajamiento, yoga, meditación u otras técnicas, sería ideal tratar con un médico especialista«, comparte.
Desde su experiencia, el doctor Rivera aconseja poder limitar el tiempo que se dedica a la carrera y otros estadios de la vida como la familia y el cuidado propio. «No todo es trabajo«.
«Recomiendo hacer un balance de la vida personal, familiar y laboral, ponerse límites (…) el estrés se desborda. Hay que darse el tiempo, es la primera técnica que se aplica», añade.
No es un chiste
Hoy en día el estrés es una condición que se toma cada vez con más seriedad, pues en los peores casos, puede escalar en la ansiedad, la depresión y hasta en intentos o casos concretos de suicidio. Pero, ¿por qué ha tomado más relevancia?
«La sociedad ha cambiado, se ha desbordado la parte emocional, ya las personas se manifiestan mucho más (…) hace 15 o 20 años, por ejemplo, no se veían tantos tatuajes en las personas, son manifestaciones sin palabras de cuestiones internas que quieren reflejar al mundo», indica el especialista de Mayo Clinic.
«El estrés, que se veía un poco oculto en los diagnósticos, hoy en día sí se detecta a tiempo; la gente acude y necesita más ayuda (…) no es que haya mas casos de estrés, es que la gente es más abierta respecto a esa baja satisfacción interna«, concluye.
RCN Radio