El presidente de Brasil Jair Bolsonaro, firmó su primer indulto navideño en el que incluyó a policías y militares condenados por delitos culposos, es decir, sin intencionalidad, cometidos en el desempeño de su función o como resultado de ella.
«El decreto innova al conceder indulto a aquellos que dedican sus vidas a la salvaguarda de la sociedad«, entre los que figuran agentes de la Policía Federal, Civil, Militarizada y del cuerpo de bomberos, afirmó la Presidencia de Brasil en una nota oficial.
El indulto navideño es un beneficio previsto en la Constitución brasileña que concede la supresión de las penas por esta época del año, siempre y cuando se cumplan determinados requisitos.
La medida, que está prevista que salga publicada entre martes y miércoles en el Diario Oficial, también beneficiará a aquellos agentes de los cuerpos de seguridad del Estado que «hayan sido condenados por actos practicados» en sus días libres y cuya intención fue «eliminar un riesgo existente» para sí mismo o para un tercero.
Además, Bolsonaro, líder de la extrema derecha en Brasil y capitán de la reserva del Ejército, concedió también el indulto «a los militares de las Fuerzas Armadas», que «en operaciones de Garantía de la Ley y el Orden (GLO)», hayan «cometido crímenes no intencionados en determinadas hipótesis».
Las misiones de Garantía de la Ley y el Orden son autorizadas por el presidente de Brasil y conceden a los militares la facultad de asumir por completo las labores de seguridad pública en graves situaciones de perturbación del orden.
El mandatario, que el próximo 1 de enero cumplirá un año en el poder, defiende «mando dura» contra el crimen, acostumbra a decir que «bandido bueno es bandido muerto» y afirma que si un policía mata a un delincuente, cualquier sea la circunstancia, debería recibir una «condecoración» en vez de ser investigado.
El Gobierno de Bolsonaro ya intentó beneficiar a los agentes de seguridad por medio de una iniciativa legislativa que eximía de castigo a los policías que causaran bajas en situaciones de «miedo justificado, sorpresa o violenta emoción», pero ésta fue rechazada por el Congreso.
El indulto se produce en un contexto de creciente violencia policial en el país, según han denunciado diversas organizaciones, como Human Rights Watch (HRW).
Por otro lado, la Presidencia de Brasil destacó que se excluyen de la medida «una serie de crímenes considerados graves», como robo tras muerte, violación, tortura, aquellos relacionados con el crimen organizado, terrorismo, tráfico de drogas, pedofilia y corrupción.
Tampoco alcanza a condenados que «hayan practicado infracciones disciplinarias graves, que hayan sido incluidos en un régimen disciplinario diferenciado en algún momento del cumplimiento de la pena o que no hayan cumplido con las reglas fijadas» para progresar de régimen.
Además del apartado específico para las fuerzas de seguridad, Bolsonaro también hizo extensible el tradicional indulto navideño a aquellas personas que, después de haber practicado el delito, padezcan paraplejia, tetraplejia o ceguera.
También a aquellos portadores de «enfermedad grave permanente que imponga limitaciones severas y, al mismo tiempo, exija cuidado continuo que no pueda ser prestado en un establecimiento penal; que estén gravemente enfermos o en estado terminal.