La Procuraduría General de la Nación le solicitó a la Policía Nacional que suspenda el uso de la escopeta calibre 12, usada por el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) para dispersar y controlar manifestaciones como las que se han realizado en el país.
Esta escopeta fue la misma que utilizó el agente del Esmad que hirió gravemente al joven Dilan Cruz, en noviembre del año pasado, en medio del paro nacional en Bogotá.
La petición del Ministerio Público se da en medio de las investigaciones disciplinarias que se adelantan por la muerte del joven.
“Suspender de manera inmediata el uso de la Escopeta calibre 12 y su munición de impacto dirigido, empleada por el Escuadrón Móvil Antidisturbios para disolver revueltas, manejo de multitudes y bloqueos de vías”, pide la Procuraduría en un comunicado.
En la solicitud dirigida al director de la Policía, general Óscar Atehortúa, el organismo de control advirtió que el uso de esa arma «representa un serio peligro para la comunidad» que participa en las movilizaciones; según la Procuraduría, el peligro se ha hecho evidente no solo en el país con la muerte de Dilan Cruz, sino en otros países de Latinoamérica donde se adelantan protestas, como Chile.
Para la Procuraduría, el uso del arma y su incorporación en el inventario del Esmad en 2017 van en contravía de la Constitucional Política, cuyo fin es «el mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas y para asegurar que los habitantes de Colombia convivan en paz».
Además, recordó a la Policía que el uso de la fuerza solo debe ser como última medida en medio de cualquier intervención: «Como último recurso físico para proteger la vida e integridad física de las personas, incluida la de ellos mismos, sin mandamiento previo y escrito, para prevenir, impedir o superar la amenaza o perturbación de la convivencia y la seguridad pública, de conformidad con la ley», se indica en el comunicado, que cita el artículo 166 del Código Nacional de Policía y Convivencia.
La Procuraduría señala que la petición está sujeta a un condicionamiento en el sentido de que la Policía «acredite la existencia de un protocolo específico de operación de dicha arma y de otro que permita acreditar que sus funcionarios certificados han recibido, de manera efectiva y real, una capacitación de altos estándares de calidad que le proporcione la habilidad y destreza» en el uso del arma.
«A juicio del Ministerio Público, resulta imposible que un miembro del Esmad adquiera tal destreza en el uso de la escopeta calibre 12, cargada con un cartucho de impacto dirigido, en cualquiera de las dos capacitaciones existentes, en tan limitados espacios de tiempo», sostiene el organismo de control.
«Menos aún si se tiene en cuenta que dichos ejercicios no se limitan al uso exclusivo de esa arma, sino respecto de todas las menos letales que le son entregadas para el servicio. Ello sin dejar de mencionar el hecho que en aquellos eventos donde sólo 100 uniformados la disparan en una oportunidad, los 900 restantes observan», agrega.
De acuerdo con los testimonios de uniformados que ha recibido la Procuraduría, en medio de la investigación, en las manifestaciones de fin de año fue la primera vez que esa arma y su munición de letalidad reducida fueron utilizadas en Bogotá.