El presidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, dimitió hoy tras el escándalo desatado por la manipulación de las emisiones de gases contaminantes en sus vehículos diésel en EE.UU., informó hoy la compañía alemana.
Winterkorn presentó su dimisión tras una reunión del consejo de supervisión para abordar la crisis, que ha afectado a once millones de vehículos.
“Volkswagen necesita un nuevo comienzo, también en términos personales. Con mi dimisión dejo el camino libre”, dijo Winterkorn.
“Estoy impactado por los acontecimientos de los últimos días, sobre todo, estoy impresionado por que una conducta errónea a esta escala sea posible en el grupo Volkswagen”, dijo Winterkorn.
“Admito como presidente la responsabilidad por las irregularidades que se han encontrado en motores diesel y por ello he pedido al comité de supervisión llegar a un acuerdo para acabar mi función como presidente del consorcio”, dijo.
“Lo hago en interés de la empresa, incluso si soy consciente de que yo no hice nada mal”, señaló Winterkorn en su dimisión.
El consejo de supervisión de VW, un órgano supervisor típico de las empresas alemanas, aseguró que Winterkorn no sabía nada de estas manipulaciones.
Winterkorn, cuyo contrato finalizaba a finales de 2016, hizo hincapié en que el proceso de clarificación y transparencia debe continuar.
“Este es la única forma de ganar confianza. Estoy convencido de que el grupo Volkswagen y su equipo superará esta grave crisis”, señaló el hasta ahora presidente del grupo.
El consejo de supervisión de Volkswagen, en el que el estado federado de Baja Sajonia tiene una participación del 20 %, se reunirá de nuevo el viernes y no se espera que tome antes una decisión sobre el sustituto de Winterkorn.
Tras la reunión de urgencia, ese organismo dijo de que es consciente del daño económico y de “la pérdida de confianza de muchos clientes en todo el mundo”, y no descartó nuevas renuncias.
Volkswagen señaló además que colaborará en las investigaciones de la Fiscalía y creará una comisión especial para explicar lo ocurrido.
La empresa alemana, que el primer semestre del año se convirtió en el primer fabricante automovilístico del mundo, instaló un software en los modelos con el motor diésel EA 189 (el 2.0 TDI) que detecta cuando el vehículo está siendo examinado y trucó las mediciones de gases contaminantes para cumplir con las normativas federales y estatales en EEUU.
Volkswagen ha reconocido haber manipulado los datos de emisiones contaminantes de los modelos diesel que comercializa en Estados Unidos y podría enfrentarse a una multa de 18.000 millones de dólares.
Por EFE