El acto legislativo que crea las 16 circunscripciones especiales de paz, que fue declarado como hundido en diciembre de 2017, revivirá y será enviado a promulgación para que pueda entrar en vigencia.
El presidente del Congreso, Lidio García, en las próximas horas echará para atrás el acto administrativo que en su momento emitió el senador Efraín Cepeda, el cual declaraba archivada esta reforma constitucional.
Con esta decisión, quedaría prácticamente asegurada la representación política de las víctimas de la violencia, por medio de 16 asientos en la Cámara de Representantes y en un futuro habría que convocar elecciones para elegir a estas personas.
García se reunió con diferentes magistrados de las altas cortes, quienes le habrían dado tranquilidad para tomar una decisión de esta naturaleza. Además, sostuvo encuentros con las directivas del Partido Liberal, en cabeza del expresidente César Gaviria, quienes le dieron todo su respaldo a esta determinación favorable para las víctimas.
La decisión del presidente del Senado se precipitó debido a varios derechos de petición que serán contestados positivamente y que fueron radicados por algunos exministros del Gobierno de Juan Manuel Santos, como lo son Juan Fernando Cristo y Guillermo Rivera, quienes pedían enviar a promulgación esta reforma.
En su momento, la iniciativa se declaró hundida debido a que no alcanzó los votos suficientes para que pudiera superar su etapa de conciliación. Sin embargo, con el nuevo concepto que emitió la Corte Constitucional sobre el tema de la conformación del quórum y de las mayorías, se da por descontado que el proyecto sí fue aprobado tras haber obtenido 50 votos.
En su momento se argumentó que la reforma se hundió debido a que no logró obtener 52 votos, que representaba la mitad más uno de la totalidad de los 102 senadores que había en ese momento. Sin embargo, con la sentencia de la Corte sobre la ley estatutaria de la JEP, quedó claro que para contabilizar las mayorías hay que descontar el número de sillas vacías, que en su momento eran tres.
Sin embargo, algunas fuentes también señalan que esta decisión podría sentar un precedente bastante polémico, ya que eso significaría que cualquier presidente del Congreso podría revocar decisiones tomadas en el pasado por anteriores mesas directivas.