La capital china registró el primer muerto por el coronavirus que está generando una angustia creciente en el mundo frente a los más de 80 fallecidos, mientras la OMS elevó la amenaza internacional de la epidemia a «alta».
«Estamos en estrecha comunicación con China sobre el virus», tuiteó el presidente estadounidens, Donald Trump, antes de agregar que había ofrecido «cualquier ayuda que sea necesaria» al gigante asiático que ha cerrado a cal y canto numerosas ciudades para impedir su propagación.
Mongolia se convirtió en el primer país que cierra las carreteras que le unen a China. Las personas procedentes de la provincia china de Hubei, la más afectada, no podrán entrar en Malasia, y Alemania y Turquía desaconsejaron a sus ciudadanos que viajen a China, mientras Francia y Estados Unidos preparan la evacuación de sus ciudadanos.
El número de víctimas mortales se eleva a 82 y el de casos confirmados oficialmente son ya más de 2.700, incluido un bebé de 9 meses.
Medio centenar de enfermos han sido censados en el resto del mundo, donde una docena de Estados desde Asia a Australia, pasando por Europa o América del Norte, han sido alcanzados por el virus.
La crisis hace temer una mayor fragilización de la economía china, e incluso mundial. Las principales bolsas mundiales cayeron más del 2 % este lunes en Japón y en Europa, mientras en Nueva York operaba en rojo.
Asimimismo, varios competiciones deportivas internacionales programadas en territorio chino fueron anuladas, aplazadas o desplazadas.
Visita del primer ministro a Wuhan
La dimensión de la amenaza de propagación la esbozó el alcalde de Wuhan, epicentro del nuevo virus aparecido en diciembre: unos 5 millones de habitantes, casi la mitad de la población, se habían desplazado para pasar las fiestas del Año Nuevo.
La mayoría de los comercios están cerrados y los vehículos no esenciales no pueden circular.
El primer ministro chino, Li Keqiang, llegó a Wuhan, primera visita de un dirigente del régimen comunista a la ciudad desde el comienzo de la epidemia en diciembre.
En las imágenes difundidas por el Gobierno, el primer ministro aparece con una bata de plástico azul y una mascarilla, examinando datos de un paciente en la cama de un hospital.