El Reino Unido salió oficialmente el viernes de la Unión Europea, tres años y medio después del referéndum en que 52 % de los británicos votó a favor del Brexit con el deseo de recuperar la plena soberanía.
A la medianoche en la Europa continental, el Reino Unido se convirtió en el primer país que abandona el bloque europeo, entre los gritos de «¡libertad!» de los partidarios del Brexit y la tristeza de sus detractores.
«Esto no es un final sino un comienzo», dijo el primer ministro, Boris Johnson, en un mensaje a la nación.
«Sé que podemos convertir esta oportunidad en un éxito impresionante», agregó el hombre que, poniendo fin a años de crisis política que acabó con la carrera de sus dos predecesores, David Cameron y Theresa May, se apuntó una enorme victoria personal.
Un reloj proyectado en la fachada de Downing Street marcó la cuenta atrás hasta el momento en que, por primera vez en su historia, la UE perdió un miembro y ganó un poderoso competidor a sus puertas.
«Queremos que este sea el comienzo de una nueva era de cooperación cordial», aseguró Johnson, quien organizó una recepción en su residencia oficial con vino espumoso británico y pequeños bocados de gastromonía puramente inglesa.
En Bruselas, se arrió la bandera británica que ondeaba frente al Consejo Europeo. Sin embargo, la fecha es sobre todo simbólica porque, durante el periodo de transición previsto hasta finales de diciembre, casi nada cambiará.
Con gritos de júbilo, una marea humana de partidarios del Brexit celebró una gran fiesta frente al Parlamento de Westminster, que durante tres años fue escenario de acalorados debates sobre la cuestión más importante y divisiva en la historia reciente del país.
«Somos una nación soberana, somos británicos y no nos gusta que nos dicten lo que tenemos que hacer», dijo a John Moss, de 44 años, director de una empresa de contratación.
Horas antes, cerca de allí, algunas personas habían quemado una bandera europea.
A pocos metros, los detractores del Brexit, entre ellos jóvenes que no votaron en el referéndum de 2016 y ahora ven su futuro truncado, vertieron sus lágrimas.
«Siento pena, tristeza. Es muy, muy terrible que esto esté sucediendo», dijo Katrina Graham, de 31 años.
Mucho ha llovido desde que el 52 % de los británicos votó por abandonar la UE pero, según una encuesta publicada esta semana, solo un 30 % de los proeuropeos completó el «duelo» psicológico de esta ruptura. La canción más descargada esta semana en el Reino Unido fue el himno europeo.
El momento se vivió especialmente mal en Escocia, nación semiautónoma que votó muy mayoritariamente contra el Brexit.
«Esta tristeza está llena de ira», afirmó su primera ministra, Nicola Sturgeon, prometiendo «hacer todo lo posible» para lograr un nuevo referéndum de independencia.
Fuente y foto: AFP