El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, acusó este martes a algunos países ricos de «estar muy retrasados» en materia de compartir información sobre los casos con el coronavirus, reclamando mayor solidaridad internacional para combatir la epidemia que ha dejado al menos 425 muertos en China.
«De los 176 casos registrados hasta ahora fuera de China, la OMS ha recibido declaraciones completas solo del 38 %. Algunos países de altos ingresos están muy atrasados en la comunicación de estos datos vitales para la OMS. No creo que se deba a una falta de capacidad», dijo en el Consejo Ejecutivo de la organización.
La Organización también se quejó porque insiste en que no sólo está poniendo todos sus esfuerzos para facilitar una respuesta mundial coordinada a la epidemia de coronavirus, sino que al mismo tiempo está luchando contra la «epidemia informativa» que generan situaciones que, como ésta, causan miedo y desconfianza.
«La epidemia de rumores e informaciones falsas es un fenómeno real con el que hay que lidiar desde el principio, cuando hay cuestiones que todavía se desconocen y la gente intenta llenar esos vacíos con diferentes tipos de información«, declaró la directora del área de preparación para urgencias infecciosas de la OMS, Sylvie Briand.
La experta, que forma parte del liderazgo de la organización que hace frente al coronavirus, compartió con la prensa información actualizada para entender lo que significa esta nuevo desafío sanitario global.
Cada emergencia sanitaria tiene su epidemia informativa
Los antecedentes más recientes se ubican en África. Un brote epidémico de fiebre amarilla en Angola en 2016, el peor en 45 años, fue objeto de informaciones falsas relacionadas con la vacuna para proteger a la población no infectada. El rumor decía que si se recibía la vacuna no se podía tomar cerveza durante una semana, lo que causó una caída en las inoculaciones.
En el caso de la epidemia de ébola en la República Democrática del Congo se expandió el rumor de que era un invento y otros más graves intentaban disuadir a los enfermos de acudir a los centros de tratamientos porque allí serían asesinados y se les extraerían los órganos para exportarlos.
La consecuencia fue que muchos infectados se quedaron en su casa y contagiaron a sus familias.
Esfuerzos de contención en el epicentro y fuera de él
La provincia china de Hubei sigue siendo el epicentro de la epidemia: allí se concentra el 78 % de todos los casos y se observa «una intensa transmisión entre personas».
En el resto de China y la mayoría de los 23 países que han notificado casos, éstos provienen de Hubei y la estrategia consiste en detener el contagio para «no tener el escenario de un segundo Hubei», dijo Briand.
Lo que está claro es que esta situación se encuentra en fase de epidemia y de ningún modo de pandemia, aclaró. En estas circunstancias, cada país hace lo que está a su alcance y que más se ajusta a su realidad para reducir los riesgos, al tiempo que se intenta minimizar el impacto en otros sectores.
Rumores sobre supuestas medicinas contra el coronavirus
Otros rumores que se están propagando tienen que ver con medicinas que supuestamente servirían para curar el coronavirus.
La OMS explicó que se está diciendo que los antirretrovirales para personas que padecen de VIH serían eficaces contra la nueva enfermedad, pero que esto surge de estudios «in vitro», es decir ni siquiera se han realizado ensayos clínicos al respecto.
Lo mismo se está diciendo de fármacos que se administran a enfermos de ébola. «No hay evidencia de que ninguno de estos medicamentos realmente sea útil contra el coronavirus», aseguró la especialista.