El médico que le disparó a tres hombres que lo iban a asaltar en la noche del pasado jueves 30 de enero en el puente de la calle 123 con Carrera Novena de Bogotá contó su versión de los hechos.
En un comunicado publicado por su abogado, el galeno aseguró que tuvo miedo por su integridad personal puesto que después que le robaran su celular y lo golpearan con un objeto pesado, uno de los asaltantes manifestó la necesidad de llevarlo a un vehículo que los estaba esperando.
Debido a esta situación tan peligrosa tomó la decisión de defenderse utilizando el arma que portaba pues su vida e integridad estaban en grave riesgo.
“Fui víctima de un franco ataque por tres individuos armados con revólver y cuchillo, quienes me interceptaron en el puente peatonal ubicado en la avenida 9 con calle 123, causándome heridas en mi rostro y cuerpo, no sin antes dejarme conocer sus intenciones de pegarme un tiro y meterme al carro del que habían descendido momentos antes”, señaló.
En e comunicado señaló que siempre ha estado presto a atender a las autoridades y aclarar toda la situación. Sin embargo, señaló que por motivos de seguridad ha preferido no dar su nombre ni presentar públicamente su rostro.
Indicó que ha tomado todas las medidas para proteger la investigación y evitar que se afecte, citando así porqué ha preferido rechazar las solicitudes de entrevista hechas por varios medios de comunicación.
«En el momento que se considere oportuno, contaré a la ciudadanía la forma en que ocurrieron los hechos, la difícil e insuperable situación que viví y los detalles de mi reacción para defender mi vida»; precisó.
Por el momento, señaló, no conoce muchos de los apartes del expediente «por la reserva de las distintas diligencias recaudadas por el Fiscal del caso y sus investigadores».
«En estos momentos tan difíciles que atravesamos, mi familia y yo agradecemos con humildad los comentarios considerados, expresiones de solidaridad y las opiniones objetivas de los medios informativos, redes sociales y ciudadanía», concluyó.
Después del ataque, como se ha podido establecer, el médico recibió doce días de incapacidad por las heridas que sufrió en el atraco.
La Fiscalía General está ad portas de resolver la situación jurídica del galeno, es decir si abre investigación formal o si solicita formalmente su archivo ante un juez de control de garantías.
Las pruebas recolectadas por el momento indican que el médico tenía en regla la documentación de su arma y tomó la decisión de dispararles a los ladrones tras ser amenazado.
Su declaración coincide con lo dicho por el integrante de la banda (quien manejaba el vehículo) cuando aseguró que el plan consistía en subirlo al carro para continuar con el robo.