El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ratificó este martes que su Gobierno quiere «preservar la Amazonía«, pero sin renunciar a sus riquezas, al defender un polémico proyecto de ley que permite la minería y la generación de energía eléctrica en las reservas indígenas.
«Nosotros queremos que sea preservada la Amazonía, pero también que sus bienes no se queden allí, simplemente escondidos, para siempre. Queremos la Amazonía cada vez más brasileña», dijo el mandatario, en un acto oficial en Brasilia con motivo de la creación del Consejo Nacional de la Amazonía.
El gobernante espera que ese nuevo organismo sea la respuesta «a aquellos» que le «critican» por su agresiva política medioambiental, en especial, tras los devastadores incendios del año pasado, que en agosto fueron los peores en una década, y los alarmantes datos de deforestación.
La Amazonía brasileña perdió 9.762 kilómetros cuadrados de su cobertura vegetal entre agosto de 2018 y julio de 2019, el peor dato registrado desde 2008 y un 29,5 % superior con respecto al mismo periodo del año anterior.
Al frente del nuevo consejo estará el vicepresidente brasileño, Hamilton Mourao, quien tendrá como objetivo impulsar acciones para la protección y el desarrollo sostenible del mayor bosque tropical del planeta.
En su discurso, Bolsonaro aprovechó para defender un proyecto de ley, ya en manos del Congreso para su análisis y que establece condiciones específicas para reglamentar la explotación de recursos minerales, petróleo y gas, así como la construcción de hidroeléctricas en tierras indígenas.
«Va a depender del Parlamento que nuestros hermanos indios, si así lo desean, podrán hacer en su tierra todo aquello que su colega blanco hacendado hace a su lado», explicó.
No obstante, según el texto, los indígenas podrán vetar la autorización para el «garimpo» (minería artesanal) en sus tierras a personas que no pertenezcan a su etnia, pero no otras actividades o proyectos en sus territorios, para los que serían únicamente escuchados.
El líder ultraderechista quiso dejar «bien claro» que «nadie está en contra de la debida protección y tierra a los hermanos indios», pero considera que la política de demarcación de reservas indígenas ha sido «abusiva» con un «14 % del territorio nacional» protegido.
«La Amazonía realmente nos pertenece», apuntó para reivindicar la soberanía de Brasil sobre «ese pedazo de tierra más rico, no solo de Brasil, sino del mundo».
Por su parte, Mourao dijo sentirse «orgulloso» de formar parte de un Gobierno que tiene «el coraje» de asumir «pública e institucionalmente la tarea de proteger, preservar y desarrollar la Amazonía brasileña».
A la ceremonia también asistieron una buena parte de los ministros del Gobierno de Bolsonaro, entre ellos los de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo; de Justicia y Seguridad Pública, Sergio Moro; de Medioambiente; Ricardo Salles, y de Minas y Energía, Bento Albuquerque.