Colectivos feministas lanzaron encendidos reclamos este viernes en la puerta principal de la residencia presidencial de México en protesta por los crecientes feminicidios y la violencia de género, luego del brutal asesinato de una joven en la capital mexicana que ha conmocionado al país.
Las mujeres, muchas de ellas con vestimenta oscura y el rostro cubierto, pintaron la puerta principal y un muro del Palacio Nacional con leyendas como «¡México feminicida!», y demandaron al presidente Andrés Manuel López Obrador pronunciarse sobre los asesinatos de mujeres.
«En un país en el que ocurren 10 feminicidios al día, es indignante que para los medios, sociedad y gobierno, nosotras seamos la pesadilla (…) Pero hoy queremos decir que no estamos enojadas, ¡estamos furiosas!», dijo una de las manifestantes encapuchada, parte del grupo de al menos 100 mujeres presentes.
La protesta frente al palacio presidencial es la primera de varias convocadas este viernes en la capital mexicana y otras ciudades del país tras el atroz asesinato de Ingrid Escamilla, de 25 años, muerta a puñaladas y luego desmembrada por su pareja en el norte de Ciudad de México.
Adentro del recinto, durante su habitual conferencia matutina, el presidente López Obrador afirmó que su gobierno está en contra del feminicidio y garantizó que habrá «castigo para los responsables» de ejercer violencia contra las mujeres.
«Me pronuncio en favor de las mujeres y en contra de la violencia (…) Estoy totalmente en contra del machismo, que no quede duda», dijo López Obrador.
Pero el mandatario se incomodó ante los persistentes cuestionamientos de la activista Frida Guerrera sobre el feminicidio en México, que en 2019 dejó al menos 1.006 víctimas, según cifras oficiales. El número podría ser mayor pues existen deficiencias para tipificar el delito, según expertos.
«Usted habla mucho de corrupción. El tema del feminicidio y las desapariciones está repleto de corrupción», reclamó la activista al presidente.
«No estoy evadiendo mi responsabilidad. Todos los días atiendo el problema y no estoy preocupado, estoy ocupado«, respondió irritado López Obrador.
Imágenes del cuerpo destrozado de Escamilla fueron filtradas a la prensa, presuntamente por funcionarios capitalinos, y luego publicadas por algunos diarios y divulgadas en redes sociales, profundizando el enfado de muchos mexicanos.
«¡Prensa vendida!», gritaban repetidamente afuera de la residencia presidencial. «Filtran las fotos porque les valemos madre», acotó otra manifestante con voz furiosa, en imágenes difundidas por medios locales.
El gobierno local dijo que ya investiga a los especialistas forenses y policías que atendieron el caso, principales sospechosos de la difusión de las imágenes.